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LA LIDIA / ZARAGOZA

La feria de los inválidos

Muestra evidente del caótico momento del ganado fue, de nuevo, la corrida de ayer. A excepción del primer toro, que si estaba inválido Ortega Cano no dejó verlo porque lo liquidó nada más tomar la muleta, y el sexto, peligroso, que reveló de nuevo el valor de Joselito, el resto eran toros de mírame y no me toques. Ortega Cano, que no quiso ver al peligro primero, porfió insistentemente ante el cuarto.Espartaco derramaba suavidades con la muleta sacrificando la ligazón en un toreo de mano alta y de respiración contenida, pues al menor estomudo los toros doblaban sus patas. Una oreja de las que aquí obsequian a los visitantes fue para él y otro souvenir para Joselito, al que le funciona la cabeza y a falta de toro íntegro él desgrana molinetes y desplantes de rodillas que privan bastante en esta plaza.

Sayalero / Ortega Cano, Espartaco, Joselito

Toros de Sayalero y Bandrés; 1º, sobrero de Sánchez Dalp: derrengados y mansos. Ortega Cano: bronca; palmas. Espartaco: vuelta; oreja. Joselíto: oreja; ovación. Plaza de Zaragoza, 10 de octubre. Séptima corrida de feria.

Anfe el pregonao sexto, que tiraba cornadas, poniéndole los finos pitones en la pechera, le sacó pases de mérito en una faena que tuvo al público en vilo. La feria, a la que llaman de los inválidos, puede ser la peor, de los últimos años.

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