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'ROCK'

'Heavy suave

La actuación de Judas Priest en Madrid confirmó que el público fiel que llena los estadios en los conciertos de heayy metal, cada vez se parece menos a sus ídolos de escenario. Hace pocos años, los músicos de rock duro hubieran podido mezclarse con los espectadores y pasar inadvertidos. Hoy, resulta impensable. El heavy se ha sofisticado y el protagonismo del espectador se ha relegado ante un espectáculo de lujo donde la lucha, por el más difícil todavía es el objetivo prioritario. De las cazadoras de cuero gastadas y los jeans, se ha pasado a ternos de diseño exclusivo y espectáculos cada vez más complejos.Judas Priest desplegaron un enorme robot móvil, mezcla de diseños de La guerra de las galaxias y Airgam-boys, con el añadido obvio de fuegos artificiales y humo a todo pasto, aspectos habituales en la escenografía del heavy, En el aspecto musical, guitarras efectistas que buscan el impacto inmediato antes de intentar buscar historias más personales, la consabida base machacona de bajo y batería y una buena voz que, personalizada por Rob Halford, cultiva una gama de registros más amplia de lo habitual en el género.

Judas Priest y Warlock

Judas Priest. Rob Halford (voz), K. K. Downing (guitarra), Ian Hill (bajo), Glen Tipton (guitarra), Dave Holland (batería). Estadio Román Valero. Madrid, 9 de octubre.

El sacerdote Judas aglutina todos los tópicos de este tipo de música, aunque algo suavizados por los años de experiencia -su primer disco data de 1971 -,que liman la dureza y le! acerca a planteamientos cercanos a lo que en Estados Unidos se conoce como AOR -literalmente "rock orientado a radio", y caracterizado por ser un rock fuerte, hecho por músicos que han sobrepasado los 30 años y con fuertes dosis de comercialidad.

A pesar de esto, Judas Priest siguen conectando con un público incondicional, joven, formado mayoritariamente. por hombres -10.000 personas pagaron las 1.800 pesetas que costaba el concierto-, porque no han perdido su carácter elemental y directo, arropados por un buen sonido y una adecuada puesta en escena. Quizá, se han apuntado al heavy light, pero los incondicionales tuvieron ocasión de satisfacer sus necesidades con los alemanes Warlock, que abrieron el concierto, más ajustados a los cánones ortodoxos de esta música.

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