El informe secreto sobre Ascó propone medidas de descontaminación no previstas

El informe sobre las consecuencias de un posible accidente en una de las dos centrales nucleares de Ascó, elaborado por Agustín Alonso, profesor de Tecnología Nuclear de la universidad Politécnica de Madrid, por encargo oficial de la Generalitat de Cataluña, propone una serie de medidas de descontaminación radiactiva, una vez evacuada la población de las zonas afectadas, que no están previstas en la actualidad. El vigente plan de emergencia Penta no prevé el retorno a sus casas de los evacuados ni medidas de descontaminación de las zonas afectadas. En la actualidad no existe ningún otro plan que garantice estas medidas.El estudio, que la Generalitat ha mantenido en secreto desde 1983, analiza las consecuencias de un accidente grave en Ascó, con liberación de gases radiactivos durante media hora, aunque de potencial contaminador 1.000 veces inferior al de Chernobil. El informe concluye que la irradiación inmediata de la población situada en 10 kilómetros a la redonda es inevitable por carecer de tiempo suficiente para su evacuación (véase EL PAÍS de ayer), pero aconseja de todos modos realizarla para evitar las consecuencias de una contaminación prolongada.

Una vez evacuada la población, el informe indica que debería descontaminarse la zona afectada, que, en el caso del accidente supuesto, se calcula como mínimo en un radio de 10 kilómetros. Medidas de descontaminación como las indicadas por el profesor Alonso no están incluidas en este momento en ningún plan de actuación, y así lo confirmó ayer un portavoz de la Dirección General de Protección Civil, aunque manifestó también que está previsto incluirlas en el futuro Plan Básico de Emergencia Nuclear, que está en fase de elaboración y que podría ser aprobado antes de fin de año.

Lavado de edificios

El Penta deberá adaptarse a las disposiciones del nuevo plan básico, pero entre tanto las centrales nucleares permanecen en funcionamiento sin que estén previstas las medidas indicadas por Alonso a la Generalitat en 1983.Concretamente, el informe señala que, en caso del supuesto accidente, deberán descontaminarse todos los centros urbanos mediante el lavado con agua a una presión de entre 20 y 50 atmósferas, que deberá incluir "Ios tejados, las fachadas, patios, calles y aparcamientos, siendo muy grande la variedad de superficies a descontaminar".

El autor no prevé qué sucederá con las aguas contaminadas procedentes del lavado, que sumarán un gran volumen pues se precisarán 100 litros por cada metro cuadrado de superficie a limpiar.

Para la descontaminación del suelo agrícola, el autor prevé "Ia retirada del suelo hasta una profundidad de cinco a diez centímetros". Esta capa contaminada debería ser considerada residuo radiactivo y por tanto debería ser destruida o enterrada en profundidad. El informe añade que "en el caso de los árboles frutales se propone su tala y la retirada complementaria del terreno". Sobre los terrenos improductivos, señala que bastará con prohibir el acceso a ellos.

Por su parte, el Gobierno Civil de Tarragona indicó ayer que el Penta sí prevé la distribución de pastillas de ioduro de potasio entre la población, pero no está garantizado que la distribución pueda efectuarse dentro de los 15 minutos siguientes al accidente, para garantizar su efectividad, como se exige en otros países.