Un joven hizo varios disparos contra Rajiv Gandhi durante un homenaje al 'mahatma'
El primer ministro de la India, Rajiv Gandhi, escapó ayer en Nueva Delhi a un atentado contra su vida, cometido durante una ceremonia oficial en la que se celebraba el 117º aniversario, del nacimiento del mahatma Gandhi. Un joven, al parecer desequilibrado, armado con una pistola de corto alcance, emboscado a un centenar de metros del memorial en el que Rajiv Gandhi rezaba, realizó varios disparos en dirección al primer ministro, que no dieron en el blanco, aunque sí alcanzaron a seis personas. El joven, que fue detenido por la policía, no parece tener relación con el movimiento separatista sij.
Los heridos, uno de ellos de gravedad, son tres policías, un miembro del Parlamento, y el secretario particular del vicepresidente indio, según informó anoche la radio nacional india. Las fuerzas de seguridad mantienen una prudente actitud sobre el origen del atentado, aunque en principio parecen inclinarse por la hipótesis de que su autor, de 25 años, es un desequilibrado y que el intento de asesinato ha sido un hecho aislado.A pocas horas del atentado fallido, no parecían existir ayer conexiones entre este hecho y el movimiento separatista sij, responsable del asesinato, el 31 de octubre de 1984, de la entonces primera ministra Indira Gandhi, madre del actual jefe de Gobierno. El movimiento sij actúa en el Estado de Punjab, al norte de la India. Sin embargo, según los observadores, el atentado ha puesto de manifiesto, espectacularmente, los problemas de seguridad y las tensiones internas que afronta la India.
"Todo va bien"
Rajiv Gandhi apareció ante las cámaras de la televisión india sonriente y distendido, e intentando expresamente quitar dramatismo a la situación: "Todo va bien, no hay problemas, no hay nada que decir", declaró. Posteriormente, emprendió viaje hacia el oeste y el centro de la India, donde realizará una gira de tres días, prevista antes del atentado.
Según la agencia india Pti, que cita fuentes de la policía, el hombre que efectuó los disparos dijo, durante los primeros interrogatorios, llamarse Mohan Desai y ser natural de Mathura, en el Estado de Uttar Pradesh. No es, en consecuencia, sij, aunque susrespuestas son contradictorias, agregaron dichas fuentes.
Ni en la capital, Nueva Delhi, ni en el resto del país se registraron ayer otros incidentes. La jornada era de fiesta en el país, ya que se cumplía el 117º aniversario del nacimiento del mahatma Gandhi, padre de la India independiente y símbolo de la unidad del país y de la totelancia entre las comunidades que habitan en él, que murió asesinado por un extremista hindú en 1948.
Emboscado en un matorral
El autor del atentado contra Rajiv Gandhi había pasado la noche del miércoles al jueves en el parque que rodea al memorial del Raj Ghat, el emplazamiento donde, en 1948, fueron incinerados los restos de Gandhi, a orillas del sagrado río Yamura. En l matorral donde estaba emboscado el frustrado magnicida no fue descubierto en el registro que la policía efectuó, al alba, antes de que comenzara la ceremonia, de un gran contenido simbólico.
Cuando los coches que transportaban al primer ministro Gandhi; al presidente, Zail Singh, y al ministro de Asuntos Exteriores, Buta Singh, atrave saron la verja de entrada, se es cuchó una primera detonación que no inquietó a los servicios de seguridad. Veinte minutos más tarde, mientras Rajiv Gandhi se recogía, a unos 100 metros de donde estaba el agresor, se pro dujo una segunda detonación. A continuación, mientras éste dis paraba varias veces más y el pri mer ministro se retiraba del lu gar, intervino la policía. El autor de los disparos fue rápidamente detenido. Ninguna de las altas ersonalidades presentes en el acto resultó herida.
El agresor tenía en su poder una pistola de fabricación artesanal, de las llamadas kattas, fabricadas en pequeños talleres clandestinos, y que en la India son objeto de un activo comercio ¡legal. El alcance del arma era, según la policía, de unos 20 o 25 metros. La mala organización del atentado, y el tipo de arma utilizada hacen pensar a los investigadores que no tuvo el respaldo de un grupo síj estructurado. En los mismos medios se recuerda que el asesinato del general Vaidya, cometido el pasado 10 de agosto en Puna, al oeste de la India, fue perpetrado, en cambio, de una forma profesional por un grupo bien equipado.
Algunas informaciones, posteriormente no confirmadas, señalaron que los autores de los disparos habían sido dos y no uno. En cualquier caso, el confuso atentado puede agudizar las desconfianzas entre las distintas comunidades indias, señalan los observadores, en un momento en que el comunalismo, tan combatido por el mahatma Gandhi, muestra señales de rebrotar.
La unidad del país
La tendencia al enfrentamiento entre las comunidades hindúes, sijs o musulmanas de la India preocupa a los medios políticos. Arjun Singh, vicepresidente del Partido del Congreso, en el poder, subrayó, después del atentado, "el peligro" que amenazaba al país y formuló un llamamiento a mantener "la unidad e integridad" del mismo. El Partido Comunista indio se manifestó ayer "contra la conspiracion de los elementos antinacionales para desestabilizar la India".
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