Homenaje a Pablo Neruda en la estación de Avenida de América

En el vestíbulo del Descubrimiento, en la estación de metro de Avenida de América, dos actores vestidos de guerreros sorprenden a los apresurados viajeros con cinco minutos de versos de Pablo Neruda: "Los carniceros desolaron las islas. / Guanahaní fue la primera / en esta historia de martírios". Son retazos del Canto general del poeta chileno que el grupo Nuestro Teatro escenificó a las horas en punto durante la pasada semana.

No hay ambientación de luces ni un escenario con espacio limitado; tampoco camerinos, ni butacas, ni telón. Sólo un puesto de venta de libros y tres paneles con fotografías. "Es todo un reto intentar que la gente que pasa por aquí, siempre con prisa, se acerque a Neruda", dice Heine Mix, chileno de ascendencia alemana y española, director del grupo Nuestro Teatro.Los fugaces espectadores atisban el asunto por una pancarta que en letras rojas anuncia Todo Neruda y por lo que alcanzan a ver, sin detenerse, con un ligero movimiento de cabeza. Casi todos coinciden en aprobar este tipo de manifestaciones artísticas en lugar tan poco común -"Yo creo que está muy bien que se hagan cosas de éstas"- y también coinciden casi todos en disculparse: "Es que tengo una prisa horrible", "Ando muy pillado de tiempo". No falta la sonrisita, la extrañeza, casi susto, de quien se topa sin previo aviso con un guerrero hablando de muertos. "Fueron amarrados y heridos, fueron quemados y abrasados, fueron mordidos y enterrados".

"Con nuestro montaje", dice Heine Mix, "queremos expresar cómo, después de 500 años, el espíritu original americano continúa vivo. Está próxima la celebración del quinto centenario del descubrimiento de América. Eso significa para los españoles mucha gloria; para los latinoamericanos, menos, por lo que supuso de freno a la cultura aborigen".

Una chica se ha detenido para, en apariencia, escuchar la representación. "Es que yo estoy esperando a una amiga... ¿Qué es lo que hacen?".