Gran exposición de la obra de Rivera con motivo de su centenario

Con motivo de los 100 años del nacimiento de Diego Rivera, el Gobierno de México ha organizado un gran homenaje en memoria del famoso muralista. La obra del pintor, nacido en Guanajuato el 18 de diciembre de 1886, ha sido calificada por las autoridades mexicanas como "hito en la historia del arte del siglo XX". El pasado viernes, el mundo intelectual mexicano se dio cita en el palacio de Bellas Artes para acompañar al presidente De la Madrid, quien inauguró la exposición Diego Rivera, una retrospección, considerada la mayor y quizá la mejor que se ha haya realizado del pintor, muerto en 1957.

Esta muestra, que ha sido posible gracias a la participación del Instituto de Arte de Detroit, reúne más de 250 pinturas, dibujos, acuarelas y bocetos de Rivera. La retrospectiva permanecerá tres meses en Bellas Artes y será exhibida en el próximo mes de enero en Madrid.Javier Barros Valero, director del Instituto de Bellas Artes, escribió en el catálogo que el carácter "polémico" de la personalidad y de la obra de Rivera probaba su vigencia. Otro político, e secretario de Educación, Miguel González Mielar, no ahorró adjetivos para referirse al pintor.

"Es un pintor genial", dijo González Avelar, "y su obra es inmensa". El ministro se refirió a un tema particularmente polémico cuando dijo que Rivera había sido un. evocador de su pueblo y que existía una profunda relación entre la labor educativa que efectúa el actual Gobierno y la obra de Diego Rivera.

El ministro se refería a la obra mural del mexicano, que reflejó como nunca el particular nacionalismo revolucionario de México y que ha llegado, incluso, a reinterpretar a historia del país, transformando a los vencidos en vencedores. En un mural de Rivera, por ejemplo, Cuathemoc, el último emperador azteca, aparece como un joven idealizado, mientras que Hernán Cortés, el conquistador, es representado como un jorobado sifilítico.

A pesar de su reconocida militancia comunista, a Diego Rivera nunca le faltaron encargos oficiales, y sus murales revolucionarios hoy se pueden contemplar en varios edificios del Gobierno. Uno de los más importantes está pintado en las murallas del Palacio Nacional, sede de: los presidentes de México.

Esta especial relación entre el Gobierno y los famosos muralistas mexicanos como Rivera, Orozco y Siqueiros la definió hace ya 11 años Octavio Paz, quien escribió: "Una de las razones de la rápida degeneración del muralismo mexicano al lado de la ideología primaria y cerrada de muchos pintores fue la intervención del Estado, que convirtió a nuestra pintura en un arte oficialista. El catecismo sustituyó a la visión".

El homenaje del Gobierno a Diego Rivera ha provocado también rechazos. El dibujante mexicano José Luis Cuevas dijo que Rivera nada había aportado al arte del siglo XX. "En México son muy exagerados para reconocer el talento de los muertos", dijo Cuevas, conocido también en México por resaltar la obra de un solo artista, la suya propia. "No hay que olvidar que Diego, al final de sus días, pintaba sólo para los turistas".