La nueva sede de Ordenación del Territorio creara problemas de tráfico

El presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, inauguró ayer la nueva sede de la Consejería de Ordenación del Territorio, instalada en el antiguo hospital de jornaleros de Maudes, cerca de Cuatro Caminos, cuya compra y rehabilitación ha costado 900 millones. La rapidez con la que se ha querido hacer el traslado -ayer por la mañana numerosos albaniles continuaban trabajando- impedirá que los ordenadores donde está informatizada la documentación de la consejería sean trasladados al nuevo edificio hasta dentro de dos meses, ante la posibilidad de que el polvo de la obra ponga en peligro su funcionamiento. Por otra parte, vecinos de la zona consideran que la nueva ubicación del organismo provocará problemas de tráfico."El mantenimiento provisional del servicio informático en Nuevos Ministerios supondrá un problema de funcionamiento interno pero no afectará al público", informó el viceconsejero Jesús Morón. Desde hace cuatro meses la entrada de un documento en la consejería se refleja en los ordenadores y lo mismo ocurre cada vez que este expediente cambia de departamento. Ahora los funcionarios tendrán que trasladarse fisicamente de un organismo a otro.

La nueva sede regional -bordeada por las calles de Raimundo, Fernández Villaverde, Aleriza, Treviño y Maudes- sólo cuenta con dos zonas de aparcamiento, con capacidad para 70 coches de autoridades y funcionarios, cuya construción supuso la desaparición de dos de los seis espacios ajardinados, con la consiguiente protesta de algunos ecologistas.

Los responsables del urbanismo han negado, sin embargo, que se haya dañado la zona. ajardinada y consideran que la rehabilitación del edificio va a suponer, de hecho, una mejora ecológica, pues ya se han trasplantado algunas especies arbóreas y se van a plantar otras.

Sobre el problema del tráfico, las mismas fuentes manifestaron que el caso de esta consejería no es único, pues una situación similar se produce en cualquier edificio administrativo del centro de Madrid. Al acto de inauguración no acudieron los miembros del Grupo Popular de la Asamblea de Madrid, en protesta por el alto costo de la obra, que estiman superior a los 1.000 millones.