El amigo de 'El Nani' cree que la red policial corrupta ha llevado a cabo trampas mortales

Ángel Manzano Rubio, amigo de El Nani, manifestó ayer a este periódico que el joyero santanderino Federico Venero le vendió en septiembre de 1984 armas para llevar a cabo un atraco que previamente le había facilitado el comisario Francisco Javier Fernández Álvarez, ex jefe de los grupos antiatracos de la Brigada del Policía Judicial de Madrid y presunto implicado en la desaparición de Santiago Corella, El Nani. Manzano asegura que ese atraco era una trampa mortal preparada por la policía de la que se libró por desconfianza y cree que la red de corrupción policial ha llevado a cabo varios golpes para deshacerse de personas molestas.

El comisario Francisco Fernández Álvarez participó en la operación policial que acabó con la vida de dos delincuentes -Pablo Pardo y Feliciano Martín- que acababan de atracar un taller de joyería en Madrid el 18 de junio de 1984 (ver EL PAÍS de ayer). Fuentes próximas a los denunciantes de la supuesta corrupción policial calificaron este hecho de "encerrona" policial. Un tercer atracador, José Luis Fernández Corroto, que logró huir con la mayor parte del botín, fue muerto a tiros por miembros de la misma brigada un mes y medio después, en la calle de Granada de la localidad madrileña de Móstoles. Ángel Manzano cree que se han llevado a cabo más encerronas policiales contra personas que "sabían demasiado" y que eran consideradas "molestas" por la red de corrupción.Ángel Manzano afirma que Venero le llamó para proporcionarle un trabajo y se entrevistaron en Madrid, donde el joyero santanderino le vendió tres armas para llevar a cabo un atraco. Manzano se quedó con ellas y posteriormente le dijo que no servían para el golpe "porque los cacharros eran muy pequeños". "Le dije que yo sólo los quería para asustar".

Contacto con Venero

El amigo de El Nani volvió a contactar con Venero y éste le proporcionó entonces un 9 largo, con el cual pensaba llevar a cabo un atraco en una joyería de Pamplona. El arma se la proporcionó Venero en un hotel de Santander, adonde se trasladó Manzano. Según Manzano, el 9 largo se lo entregó Venero, que actuaba como intermediario del comisario Francisco Javier Fernández Álvarez -jefe de los grupos antiatracos de la Brigada Regional de Policía Judicial- y del inspector Victoriano Gutiérrez Lobo -jefe del Grupo III Antiatracos de la misma brigada-. Manzano, que ya desconfiaba de Venero y de la red, asegura que estuvo varios días antes de la fecha prevista para el atraco sondeando el lugar. "Fue entonces cuando me di cuenta de que era urta trampa, porque vi durante varios días a unos policías vigilando el lugar, y cambiaban de vehículo cada día".Según un informe de la Dirección de la Seguridad del Estado (DSE) remítido al juzgado de Madrid que tramita el sumario de El Nani, el inspector Gutiérrez Lobo, junto a otros tres policías, se trasladó a Pamplona en esas fechas. Otros cuatro policías de Bilbao se unieron en Pamplona a los de Madrid. Entre los de la capital vizcaína se encontraba el inspector Miguel Ángel Bercianos Torres, también acusado de pertenecer a la supuesta red de corrupción policial.

Manzano ha declarado todo esto al juzgado de instrucción madrileño que tramitó la desaparición de El Nani, y entregó al juez el 9 largo que le vendió Venero. Manzano, que por entregar el arma voluntariamente tiene abierto un sumario por tenencia ilícita, cree que la autoridad judicial ha comprobado que ésta era propiedad de la policía.

El propio Federico Venero ha reconocido en declaraciones judiciales que el comisario Francisco Javier Fernández Álvarez y el inspector Victoriano Gutiérrez Lobo, ambos presuntamente implicados en la desaparición de El Nani y el último también en el superatraco al Banesto, fueron los cerebros de la trampa mortal preparada contra Ángel Manzano.