Una brigada bajo sospecha
El comisario Francisco Javier Fernández Álvarez y el inspector Adelardo Rafael Martínez García, ambos adscritos a la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid, se encuentran entre los diversos agentes que se hallaban en las inmediaciones del inmueble del taller de joyería Viuda de Toledano, de la calle de Atocha, el día en que los delincuentes Pablo Pardo Ruiz y Feliciano Martín de Paredes fueron abatidos a tiros mientras José Luis Fernández Corroto lograba huir, según la versión oficial.El comisario Fernández Álvarez se encuentra recluido actualmente en la prisión de Logroño por su presunta implicación en la desaparición de Santiago Corella, alias El Nani. El juez Andrés Miartínez Arrieta, quien tramitó en un primer momento el sumario del caso El Nani, solicitó a la Audiencia Provincial de Madrid -tribunal competente en el caso en virtud del denominado fuero policial- el procesamiento de este policía -quien ha recibido de la Administración 201 recompensas por sus servicios- por cuatro supuestos delitos.
El juez entendió que existen indicios racionales de criminalidad en la actuación de este agente por un supuesto delito de torturas a El Nani, por presunta falsedad de documentos públicos -la Guardia Civil confirmó que se falsificó por un "experto" la firma de Santiago Corella-, por un supuesto delito de detención ilegal de las tres hermanas Corella -Lourdes, Concepción y Consuelo- y por un presunto delito de detención de El Nani sin haber acreditado posteriormente su libertad. La versión oficial del caso El Nani señala que Corella logró huir tras un interrogatorio. Según las acusaciones, popular y particular, El Nani murió el 12 de noviembre de 1983 en las dependencias policiales de la Puerta del Sol de Madrid, sede en aquel entonces de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid.
'Superatraco' al Banesto
Por su parte, el inspector Adelardo Rafael Martínez García, jefe del Grupo I antiatracos de la reiterada Brigada, se encuentra presuntamente implicado en el superatraco al Banesto. El 31 de enero de 1985, la sucursal de la Plaza de la Lealtad, en Madrid, fue atracada, y se obtuvo un botín de 1. 200 millones en joyas y lingotes de oro. El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid, el juez Luis Lerga, ordenó su detención el pasado mes de junio y dictó un auto de prisión contra él. El inspector Martínez fue acusado de intervención en los actos preparatorios y de los posteriores al atraco.
El joyero Federico Venero, quien denunció en diciembre de 1985 la existencia de una supuesta red de corrupción policial, aseguró en declaraciones judiciales que el inspector Martínez le ofreció para su venta joyas procedentes del atraco. Uno de los autores materiales del robo, el delincuente José Luis Camacho Morales, declaró el pasado mes de mayo ante Lerga que el inspector Martínez se adueñó de las tres cuartas partes del botín del Banesto.
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