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Chirac busca una política de consenso ante la alarma creada por las explosiones de París

Lluís Bassets

Los franceses cierran Mas ante el terrorismo. Tanto los partidos políticos como numerosas personalidades y asociaciones están expresando estos días; su repulsa por los atentados y su acuerdo o, como mínimo, su escasa oposición a las medidas antiterroristas dictadas por el Gobierno. FJ primer ministro, Jacques Chirac, se reunió ayer con los dirigentes de las principales fuerzas parlamentarias, en m esfuerzo de concertación política ante la situación de extremo alarma creada por los últimos atentados.

A la vez, un grupo de intelectuales y artistas ha convocado para el próximo lunes una, hora de paros y debates en toda Francia « para decir no al terrorismo". El 72% de los franceses está de acuerdo con la acción M Gobierno en materia antiterrorista, según la encuesta publicada ayer por el diario Le Figaro. Este dato traduce claramente la unidad creada en torno al Ejecutivo, quebrada sólo por las críticas del Frente Nacional de JeanMarie Le Pen. Le Pen, después de su entrevista de ayer con Jacques Chirac, insistía en su llamamiento a la formación. de un Gobierno de salvación nacional. El presidente del Frente Nacional quería organizar una manifestación el lunes en París, pero señaló que el primer ministro había "dado consignas para que se prohíban todas las; manifestaciones públicas".La asociación SOS-Racismo y su presidente, Harlem Désir, de otra parte, han convocado el paro del lunes no sólo para manifestar la repulsa "de todos quienes viven en Francia" contra el terrorismo, sino también como respuesta ante el peligro de xenofobia y de racismo.

El manifiesto de SOS-Racismo ha sido firmado por Yves Montand, Isabelle Adjani, Eugene Ionesco, Fernando Arrabal y Bernard-Henry Lévy, entre muchas otras personalidades.

La unidad política ante el terrorismo, lejos de suponer un obstáculo para la llamada cohabitación entre el presidente de la República, el socialista Françgois Mitterrand, y el jefe el Gobierno, el conservador Jacques Chirac, ha supuesto un refuerzo e incluso una matización en la división de tareas entre ambos. La publicación del paquete de medidas antiterroristas y el último de los atentados, que costó la vida a cinco personas, pilló al presidente de la República en viaje oficial en Indonesia, por lo que el principal protagonismo en la alterada vida política francesa ha corrido a cargo hasta ayer de Chirac.

La intervención televisiva del primer ministro, en la noche del jueves, adquirió, según un comentarista político, "aires presidenciales". Las propias medidas decretadas por el primer ministro, principalmente la exigencia de visados, pero también la movilización del Ejército y las "medidas secretas" adoptadas, afectan en numerosas cuestiones a las materias que constitucionalmente son competencia de la Presidencia de la República.

Cuando aún permanecía en Yakarta (Indonesia), Mitterrand había indicado que cuando está en juego la vida de los franceses, "se debe ejercer la autoridad". Anoche se señalaba, en medios de la presidencia, que, Mitterrand mantendrá una intervención en televisión, todavía sin fijar; mientras se iniciaba, ayer mismo, poco después de que se produjera el aterrizaje del avión presidencia¡ en París, una reunión entre el primer ministro y los ministros del Interior y el encargado de Seguridad.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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