Los elevados costes frenan la TV por cable, según los expertos europeos
Los elevados costes de las materias primas que configuran la fibra óptica y la lenta incorporación de abonados al sistema de televisión por cable determinan que este medio sea utilizado de momento como un sistema más de distribución de contenidos y no como una alternativa de comunicación. Esta es la principal conclusión a la que se llegó ayer, al término de la primera jornada del curso La televisión por cable en la mertrópolis del futuro, inaugurado en el recinto ferial de Montjuïc por el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall.Estas jornadas coincidirán durante una semana con la feria del sonido, la imagen y la informática (Sonimag) en el recinto de la Feria de Muestras de Barcelona y con unas emisiones de televisión por satélite, enmarcadas en las actividades del curso.
Tanto el consejero-delegado de la empresa belga Coditel (la primera de Europa que se dedicó a la teledistribución), Paul Henri Denuit, como el teórico de la comunicación Jean Claude Alteresco se refirieron a la elevada inversión necesaria para la creación de una red de fibra óptica subterránea en las ciudades y la exigua rentabilidad que se obtiene de ella durante los primeros años.
Proceso lento
Ambos ponentes aseguraron que, aunque los servicios que se pueden ofrecer son amplios y acabarán imponiéndose en los modos de vida de la gente y al resto de ofertas tecnológicas existentes, el proceso de asimilación por parte de los usuarios "es un proceso muy lento, que en los primeros años atrapa aun 10% del público potencial", según Denuit.Para el empresario de la comunicación belga, por muy amplia que sea la oferta de servicios, "la falta de clientela es obvia en los primeros años y hace muy costosa la instalación". Bélgica fue de los primeros países de Europa que instaló una red de cable en sus ciudades y en la actualidad el 80% de los hogares de ese país están abonados al sistema de teledistribución. Esta cifra, que es la más alta de todo el mundo, sólo es seguida por Estados Unidos, donde alrededor de un 40% de hogares utilizan este sistema de televisión.
Para que la televisión por cable triunfe es preciso, según Denuit, ofrecer a los abonados un abanico lo más amplio posible de programas, pero con un gran rigor de calidad, además de fijar un nivel bajo en la cuota de subscripción para conseguir "altas tasas de penetracíón en las distintas capas sociales".
El teórico francés Alteresco afirmó que el sistema se encuentra muy poco desarrollado en Francia, a excepción hecha de la ciudad de Biarritz, en donde se ha incorporado incluso la utilización del videofono. No obstante, en París está prevista la instalación de una red subterránea por cable para principios de 1988, con la instalación del denominado sistema mixto (cable de fibra óptica para el transporte de imágenes y cable coaxial para la distribución doméstica), que es el mismo que Barcelona Cable, SA, tiene previsto utilizar en la capital catalana.
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