Un grupo proárabe causa 40 heridos al poner una bomba en un restaurante de París

El Comité de Solidaridad con los Presos Árabes y de Oriente Próximo, que reclama la liberación de tres terroristas detenidos en Francia, ha vuelto a pasar a la acción. Una bomba estalló ayer, a las 12,30, en el restaurante autoservicio de los almacenes Casino en La Defense, suburbio parisiense, provocando cerca de 40 heridos, dos de ellos graves. "Esta vez tenemos una buena descripción del posible autor", afirmó el ministro del Interior, Charles Pasqua, que se trasladó inmediatamente al lugar del atentado.La sensación de impotencia y desánimo cundió ayer en los medios políticos y policiales franceses. Sólo cuatro días después del atentado contra la oficina de Correos del Ayuntamiento de París, que causó un muerto y 18 heridos, los terroristas han vuelto a golpear en un lugar público. Pasqua reconoció que la policía había adoptado medidas especiales de seguridad en el barrio de La Defense, uno de los complejos de rascacielos más modernos de la capital, pero que la vigilancia ha resultado inútil. "La vigilancia de los ciudadanos nos va a permitir, sin embargo, realizar un retrato robot", añadió.

Un testigo afirma haber visto a un hombre de unos 25 años, de tipo mediterráneo, pero no árabe, que huía precipitadamente del restaurante segundos antes de la explosión. La bomba, de gran potencia, pero sin metralla, estaba situada en una caja de hierro que quedó depositada en un asiento.. El explosivo utilizado es, según los expertos, del mismo tipo del empleado en el atentado del Ayuntamiento. La onda expansiva fue tan fuerte que proyectó a una mujer por una ventana. La policía, que temía la existencia de otros artefactos, hizo desalojar todo el edificio, en el que se encontraban en ese momento cerca de 2.000 personas.

El primer ministro, Jacques Chirac, que calificó la nueva oleada de terrorismo que padece Francia como "declaración de guerra", reiteró su voluntad de "emplear todos los medios disponibles" en la lucha contra la violencia indiscriminada. Sin embargo, comienzan a detectarse los primeros síntomas de división entre las diferentes fuerzas políticas, que habían procurado hasta el momento presentar un frente unido. El ex ministro de Asuntos Exteriores, Michel Jobert, presidente del Movimiento Demócrata, condenó en términos muy duros la política francesa en Oriente Próximo, "que se ha convertido", dijo, "en algo ilusorio, peligroso e inconsecuente". "No debemos sorprendernos de sufrir las consecuencias de esa política, que no ha procurado a Francia ni beneficios, ni consideración, ni perspectivas, y que, además, ya no contribuye a la paz", aseguró el antiguo responsable de la diplomacia francesa.