Austria y Suiza ofrecen sus aviones para inspeccionar las maniobras militares

La Conferencia de Desarme de Estocolmo (CDE) se encontraba ayer abocada a intensas negociaciones destinadas a zanjar uno de los puntos clave de su agenda, el que se refiere a las formas de verificación in situ que permitirán a sus miembros comprobar que las maniobras anunciadas, en este caso aéreas, responden fielmente a las informaciones suministradas. En el plenario de ayer los delegados de Austria y Suiza ofrecieron, siguiendo instrucciones de sus respectivos Gobiernos, sus aviones y tripulaciones para efectuar la inspección.

Los países del Pacto de Varsovia respondieron por intermedio del delegado de Hungria, L. Szigeti, que si bien no se rechazaba de plano esta posibilidad, ella implicaba problemas tan complejos, financieros y legales, entre otros, que no habría tiempo de resolver en las dos semanas que quedan para la finalización de esta última ronda. Los delegados de Estados Unidos e Italia respondieron que aunque coincidían en que la propuesta implica una serie de complejidades, sería posible con buena voluntad alcanzar un acuerdo.

El pasado viernes el primer viceministro de Defensa de la Unión Soviética, el mariscal Sergei Akromejer, anunció la decisión de su país de aceptar la inspección de maniobras en su territorio utilizando medios también aéreos, pero con la condición de que fueran proporcionados por el país inspeccionado. Rectificó así una posición anterior y permitió abrir un paréntesis, de moderado optimismo.

La República Federal de Alemania formuló una contrapropuesta consistente en que los medios que se utilizarían para la inspección pertenecieran a uno de los países neutrales, que concretaron Suiza y Austria ofreciendo sus aviones para conducir a los diversos inspectores.