Un muerto, cuatro heridos y 350 detenidos, resultado de la protesta contra Pinochet
Un muerto, cuatro heridos y 350 detenidos ha sido el resultado provisional de la jornada de protesta de ayer en Chile contra el régimen del general Augusto Pinochet. La oposición moderada había acordado una protesta pacífica de 24 horas, mientras la izquierda más radical promovía una huelga general de 48 horas. La jornada conmemoraba la fecha en la que los chilenos tradicionalmente elegían presidente cada seis años. La víctima mortal recibió un disparo de una persona vestida de civil durante una manifestación en Valparaíso.
Durante la Jornada por la Democracia realizada ayer por la oposición en protesta contra el régimen, en la banca y empresas del cobre, carbón, acero y petróleo, no hubo paralización de actividades, mientras que en las industrias periféricas de la capital los trabajadores retrasaron su hora de llegada a las fábricas.El comercio abrió mayoritariamente sus puertas, y el transporte funcionó con casi total normalidad, aunque en hospitales, universidades y sindicatos se realizaron asambleas de protesta al mediodía. Las barriadas obreras y universidades amanecieron bajo una masiva vigilancia policial y militar. Los soldados, que llevaban sus caras pintadas allí donde la oposición es más activa, patrullaban la capital en vehículos blindados y tanquetas. El dispositivo militar, concentrado en los sectores conflictivos, y las divergencias de la oposición sobre el carácter de la protesta fueron los puntos centrales de la jornada.
La confusión entre las convocatorias fue notoria. Mientras el Movimiento Democrático Popular -de izquierda marxista, encabezado por el Partido Comunista- proclamó una huelga general, la Alianza Democrática -una coalición de centro-izquierda- dejó en libertad de acción a sus militantes.
Y en, tanto el Comando Nacional de Trabajadores, la más importante central sindical, se adhirió a la huelga general, la Asamblea de la Civilidad, una amplia concertación de sectores sociales, sólo pidió realizar una "jornada de reflexión por la democracia".
En medio de esta confusión, la principal característica de la protesta estuvo constituida por los numerosos atentados.
El más grave ocurrió en la estación de San Pablo del metro de Santiago, donde estalló una bomba colocada bajo un asiento, que dejó herido a un conductor, lesionado a otro y destruyó un vagón.
Otros diez artefactos explosivos estallaron en la mañana, que se sumaron a 12 de la víspera, sin causar heridos.
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