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GENTE

Luis Campuzano,

31 años, párroco en funciones de la iglesia de Santa María, de Castro Urdiales (Cantabria), quien prefiere ser, simplemente, llamado Sandalio, negó su autorización a los organizadores del Festival Internacional de Santander para que el cantante Amancio Prada actuara en el teniplo en la noche del jueves pasado, dado que la meteorología adversa hacía inviable el recital en el castillo de Ocharan. Sandalio preteridió hasta última hora que la interpretación de los Sonetos del amor oscuro de García Lorca fuera eliminada del programa anunciado porque consideraba inoportuno que se escucharan en la iglesia. Al no llegarse a un acuerdo, el recital se dio en un complejo deportívo con nutrida asistencia de público. Ante los comentarios suscitados por su decisión, el cura de Castro Urdiales ha recordado que su parroquia se encargó de organizar un cross popular contra el hambre en Etiopía en el que, a 200 pesetas dorsal, se recaudaron 620.000 pesetas. "Y de esto", protesta, "nadie ha dicho nada".

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