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Importante deterioro de las obras de Rafael Zabaleta en su museo de Quesada

El Museo de Rafael Zabaleta en Quesada (Jaén), donde nació en 1907, fue inaugurado con todos los honores en 1962, pero jamás fue abierto al público de modo permanente. Está formado por 146 óleos y acuarelas y más de 400 dibujos. Muchos de ellos presentan en la actualidad un importante deterioro. La humedad ha abarquinado algunas tablas y ha descascarillado la pintura en otras. Un insólito acuerdo con los herederos prohíbe que los cuadros salgan del museo incluso para ser restaurados. Desde hace tres años, sólo los domingos la pinacoteca se abre bajo la vigilancia de un policía municipal.

El resto del tiempo, el museo permanece cerrado. Sólo el visitante avisado se acerca a la oficina de la Policía Municipal, expone su propósito y consigue que el agente abra el museo y le acompañe durante el recorrido. En el interior del Museo Zabaleta hay un fuerte olor a humedad. Pese al clima cambiante del pueblo, situado en plena serranía de Cazorla, el acondicionador de aire ha estado mucho tiempo sin funcionar. Junto a la obra de Zabaleta, otra sala acoge unas 50 obras de artistas contemporáneos reunidas en su homenaje. Entre ellas hay algún dibujo de Picasso, obra gráfica de Tápies, cuadros de integrantes del grupo El Paso, de Álvaro Delgado o de José Luis Verdes, vecino habitual de Quesada.Todas ellas se juegan su supervivencia al albur de la humedad. El museo es un edificio de fea estructura cúbica al que se accede por una puerta de madera ennegrecida. Está situado en la plaza de la Coronación, en el centro de esta localidad de 8.000 habitantes orgullosa de su paisano y que vive una increíble actividad artística. Francisco Zamora, de 27 años, alcalde de Quesada, cree que el museo debe cambiar la sede para que el pueblo recupere la espaciosa plaza y una impresionante pano rámica de la sierra, rota ahora por la caja de zapatos, como le llaman popularmente al museo de Rafael Zabaleta.

Para ello, la corporación municipal está dispuesta a ceder los terrenos del nuevo enclave aportar hasta 30 millones de pesetas en caso necesario. Hasta ahora, la Junta de Andalucía no ha contestado sobre la propuesta. El Ayuntamiento de Quesada también ha pedido la urgente restauración de las obras en mal estado. Sin embargo, la cláusula que prohíbe bajo ningún concepto la salida de obras del museo entorpece la labor, ya que sería necesario que un grupo de restauradores se desplazase al pueblo con el material necesario para hacer su trabajo.

Impulsores

A la muerte de Zabaleta, en 1960, tres personas impulsaron la creacion del museo: el entonces alcalde de Quesada, Antonio Navarrete; el delegado del Catastro, César Benavente, y el notario Miguel Olmedo. Según el pintor José Luis Verdes, a Zabaleta no lo conocían ni sus familiares. Sus parientes más cercanos son varios primos hermanos que viven en diversas zonas del norte de España. El pintor, antes de su muerte, había explicado su voluntad de donar su obra al pueblo. El acuerdo con los herederos fue fácil, El edificio es de propiedad municipal y su mantenimiento correspondió a Bellas Artes.

El alcalde de Quesada cree que además de la ruta pintoresca por la serranía de Cazorla sería conveniente hacer otra cultural que tuviera como centro el pueblo. El Ayuntamiento está repleto de cuadros por todas partes, desde las oficinas a la alcaldía, pa.sando por el recibidor o la sala de plenos. Las pinturas vanguardistas contrastan con la austeridad del edificio municipal. En su mayoría, los cuadros provienen de un concurso que se celebra desde hace 16 años. Las obras están esparcidas por el Ayuntamiento al no haber una sala con los requisitos de conservación y seguridad pertinentes. El Ayuntamiento de Quesada está formado por 13 concejales, de los cuales nueve son socialistas, y el resto, de Alianza Popular.

Antes de la llegada de la actual corporación, el museo, que representa el 30% de la producción conocida de Zabaleta, no se abría ni siquiera los domingos. Junto a las colecciones de pinturas citadas, en Quesada se muestran satisfechos de otra más modesta pero abierta al futuro.

Se trata de una colección de: pinturas infantiles, compuesta, por más de 6.000 originales, provenientes de otro certamen anual que ha cumplido ya su 16 edición. La apuesta artística del municipio de Quesada aparece hasta en su gasolinera, cuya techumbre exterior la ocupa una gigantesca reproducción de Joan Miró, visible desde un auditorio recién inaugurado y que da la bienvenida al viajero junto a un cartelón de chapa que da cuenta de que allí, hace 79 años, nació Rafael Zabaleta.

Precisamente el pasado domingo, a las nueve de la mañana, alrededor de 250 niños se disponían entre las mesas situadas en la plaza de la Constitución a esperar el comienzo del concurso, cuyas bases dan una extrema libertad sobre el material, el tema y las dimensiones de los dibujos. "Es como el día de los Reyes Magos", comenta José Luis Verdes.

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