Julio Iglesias, demandado por presunta agresión a un negro
Un guardia de raza negra de un hotel de San Luis (Misuri, Estados Unidos) presentó una demanda por agresión contra el cantante español Julio Iglesias, según informó ayer el representante del artista, Fernán Martínez. Martínez dijo que el guardia de seguridad Stephen Clemons pidió 300.000 dólares (unos 40 millones de pesetas) de indemnización por "agresión física con golpes de kárate en el cuello y ofensa pública". Julio Iglesias ha desmentido de forma rotunda las razones de la demanda.La supuesta agresión ocurrió a la llegada de Iglesias a su hotel para participar en dos conciertos en el teatro Fox en beneficio de la asociación norteamericana pro artritis y como parte de su gira por 46 ciudades de Estados Unidos.
En un comunicado facilitado, por Martínez, el cantante se mostró "totalmente sorprendido" por una acción que, dijo, fue un intercambio de "amistosos saludos" con dos guardias del hotel Omni International. Clemons declaró que Iglesias sele acercó y le dijo: "No me gusta tu color" y a continuación tapó su nariz con los dedos y le dio un golpe de kárate en el cuello. El demandante agregó que tuvo que ir al hospital y que al día siguiente "no estaba en condiciones de trabajar".
El representante de Iglesias aseguró que es falso "al cien por cien" que el cantante tuviera un gesto racista hacia el guardia, porque Julio "es el hombre más pacífico del mundo".
En su comunicado, Iglesias dice: "Llegué a San Luis el lunes con buen ánimo, a la espera de ofrecer mis dos conciertos en el teatro Fox como parte de rni gira por 46 ciudades en Estados Unidos".
Cantante sorprendido
"Antes de subir a mi habitación del hotel Omni International", añade, "intercambié amistosos saludos con los guardias de seguridad del hotel en el salón de entrada y uno de los guardas, Stephen Clemons, presentó una demanda contra mí por 300.000 dólares, justo al día siguiente". "Me quedé totalmente sorprendido", dice el cantante, por algo que no era "nada ofensivo".
"La verdad sea dicha, nunca he ofendido intencionadamente a nadie" y "ciertamente nunca pretendí molestar al señor Clemons y lamento que haya entablado una demanda contra mí". "El espectáculo es mi vida y me encanta hacer feliz a la gente", concluye Julio Iglesias.
Martínez dijo que, a raíz de la demanda, se recogió abundante información sobre la personalidad del demandante, quien, al parecer, tiene precedentes de demanda contra muchas personas por motivos insignificantes. De acuerdo con las fuentes consultadas por Martínez, Clemons padece "manía persecutoria por su condición social", lo cual le habría llevado a "interpretar erróneamente un gesto cariñoso del cantante".
Julio Iglesias se encontraba en San Luis para dar su segundo concierto y tenía pensado viajar ayer, jueves, a Lexington (Misuri) para continuar su gira artística. El gobernador de Misuri y el alcalde de San Luis declararon el lunes como "día de Julio Iglesias".
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