Un equipo de técnicos gobernado por políticos
La Comisión de Subsecretarios que presidirá mañana Alfonso Guerra está compuesta en su mayoría por técnicos sin especial relevancia política, pero entre quienes tienen alguna destacan los que mantienen desde hace tiempo un vínculo de colaboración con el vicepresidente del Gobierno. Los casos más patentes son los de Virgilio Zapatero, nuevo ministro para las Relaciones con las Cortes, y Teófilo Serrano, secretario de Estado para las Administraciones Públicas.Zapatero es uno de los parlamentarios socialistas que han sido diputados desde 1977 -en su caso, por Cuenca-, fue secretario general adjunto del Grupo Socialista entre 1979 y 1982 y durante los cuatro últimos años ha permanecido en estrecho contacto con Alfonso Guerra desde su puesto de secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes.
Miguel Ángel Feito, subsecretarío de Industria y Energía, pertenece al círculo de Luis Carlos Croissier, con el que comparte, al margen de la misma edad, 36 años, todos los cursos de estudio en la Facultad de Ciencias Económicas de Madrid entre 1968 y 1972. Ideológicamente, estuvo muy cerca del Partido Comunista de España (PCE), en el que militó Croissier durante algunos años de universitario. No consta que pertenezca al PSOE, en parte por su enorme resistencia a cualquier comentario al respecto.
José María García Alonso, subsecretario de Economía y Hacienda, no tiene tampoco militancia política conocida y su reciente nombramiento parece obedecer a la lógica ascensión de un funcionario eficaz y con criterio. Varios años antes de la primera victoria electoral del partido socialista era ya subdirector general de Política Financiera, puesto en el que continuó en la primera etapa del ministro Miguel Boyer.
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, secretario de Estado de Economía y Planificación, es uno de los altos cargos que más tiempo lleva militando en el PSOE, en el que hace años ejercía la heterodoxia de defender la permanencia en la OTAN y un mayor grado de liberalismo en las relaciones económicas españolas.
Teófilo Serrano, secretario de Estado para las Administraciones Públicas, cargo al que accedió el pasado día 1 desde la jefatura del gabinete del hasta entonces ministro de Trabajo, Joaquin Almunia, es, probablemente, uno de los nuevos altos cargos socialistas más significados. Vicesecretario general de la Federación Socialista Madrileña, es uno de los más caracterizados guerristas del PSOE de Madrid, si bien no está considerado como de los más beligerantes.
La secretaria de Estado para las Administraciones Autonómicas, María Izquierdo, ha sido miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, pero mantiene un papel menos significado en el seno del partido que Teófilo Serrano.
El subsecretario de Defensa, Gustavo Suárez Pertierra, es militante socialista, mantiene buena relación con estrechos colaboradores de Felipe González y en la pasada primavera consideró la posibilidad de presentarse como candidato a diputado por Asturias, si bien finalmente desistió. Considerado como un fiel de Narcís Serra -por ser éste quien le elevó al alto cargo qué ocupa- es, fundamentalmente, un técnico al que, según quienes le conocen, aún le falta rodaje en la Administración para poder dar un salto hacia responsabilidades mayores. Está considerado un hombre muy disciplinado y con ambiciones políticas futuras.
Ernilio López Touriño, nuevo subsecretario de Trasportes, Turismo y Comunicaciones, había sido hasta su nombramiento director del gabinete del ministro de dicho departamento; y José de Gregorio Torres, nombrado a principios de mes subsecretario de Obras Públicas y Urbanismo, fue diputado socialista por Vizcaya en la segunda legislatura democrática.
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