Polémica en Bilbao en torno a la seguridad de los fuegos artificiales
El responsable de la Pirotecnia Arnal, que presentaba en la noche del domingo un castillo de fuegos artificiales en las fiestas de Bubao, afirmó ayer que su responsabilidad por las heridas sufridas por algunos espectadores durante su demostración consiste "en no haber empaquetado todas las carcasas de nuevo y haber vuelto a Valencia sin lanzar los fuegos". Las duras críticas del industrial pirotécnico hacia la organización de los fuegos artificiales contrasta con la afirmación del concejal responsable de las fiestas, quien afirmó que "el Ayuntamiento cumple los mínimos exigidos por las empresas".
Dos personas resultaron heridas de consideración y unas 60 tuvieron que ser atendidas de lesiones leves tras la explosión de un cohete entre el público que asistía al espectáculo. Los dos heridos de mayor consideración, ingresados en el Hospital de Basurto, serán dados de alta en breve. La mayor parte de los heridos fueron atendidos de magulladuras y molestias en los ojos por la entrada de polvo. Los servicios de la Cruz Roja tuvieron que trasladar a un centro sanitario a una mujer embarazada que comenzó a dar a luz en el momento del accidente.Juan Vicente Jurado, industrial pirotécnico valenciano, se lamentaba ayer de las condiciones en que se desarrolló el lanzamiento de su colección, que ha sido premiada repetidamente en concursos de fuegos artificiales y que recientemente obtuvo el primer premio del concurso de San Sebastián, al que se presentó con el nombre de su empresa-filial, Pirotecnia Gregorio Juan. La Pirotecnia Arnal fue la empresa que lanzaba fuegos artificiales el 14 de agosto del pasado año en San Sebastián, cuando la explosión de una japonesa entre el público causó la muerte a un niño de seis años, lesiones graves a 14 personas- y de menor consideración a 50.
El actual propietario de Pirotecnia Arnal no es el mismo que en agosto del pasado año.
El accidente de Bilbao se produjo pasadas las 23.00 horas del domingo, cuando una de las carcasas acuáticas que lanzaban los pirotécnicos desde un muelle de la ría, arrojó las bolas de colores sobre el público que estaba situado en la ribera opuesta. El propietario de Pirotecnia Arnal afirmaba ayer que, desde que acudió a Bilbao el pasado sábado, había manifestado a los responsables del ayuntamiento que el lugar de lanzamiento de los fuegos no era el idóneo. Él mismo, según afirmaba, pidió a la Policía Municipal, antes de lanzar su colección, que alejara al público que se encontraba en la otra ribera.
Juan Vicente Jurado se mostró molesto por el trato recibido por parte de la organización del concurso, que corre a cargo de un representante de unos grandes almacenes, y manifestó que "si no se cambia el lugar de laniamiento, mi empresa no acudirá nunca más a Bilbao". El industrial valenciano manifestó que su queja la había trasmitido a los responsables municipales antes del lanzamiento, que tuvo que suprimir parte de la coleccion que quería presentar ante las deficiencias del lugar y que una prueba de la pésima organización de los fuegos artificiales en la capital vizcaína, es que la. señal de lanzamiento tuvo que requerirla personalmente del jefe de una estación de ferrocarril cercana.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Bilbao manifestó que, tras la reunión que había celebrado con Pirotecnia Arnal, no existían problema con el seguro que cubre los posibles riesgos. Las póliza de seguros de la empresa pirotécnica cubre riesgos por valor de 25 millones.
El accidente de Bilbao coincide con el aniversario del ocurrido en San Sebastián el año pasado. El abogado de varios afectados en aquel accidente, Álvaro Reizabal, ha denunciado la actitud del ayuntamiento donostiarra que ha recurrido contra un auto judicial que le consideraba responsable subsidiario.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.