¿Monarquía gibraltareña?

THE ECONOMIST

En poco más de dos millas cuadradas viven 20.000 gibraltareños de origen británico mezclado en su mayoría con portugueses, italianos, malteses y demás, otros 6.000 británicos y 4.000 extranjeros. Su constitución se basa en la total autonomía local del Gobierno democrático para el cual continúan reeligiendo al jovialmente antiespañol Joshua Hassan, apoyado por el gobernador británico (...)El Gobierno de Harold Wilson prometió que la Unión Jack, la bandera británica, ondearía siempre en el Peñón si ellos lo deseaban, y el 99,6% de los gibraltareños lo decidió así en un referéndum.

(...) Si no fuera por un sólo obstáculo, Gibraltar podría ser un buen foro para explorar otras alternativas para situaciones igualmente problemáticas. Estas alternativas podrían incluir la doble nacionalidad, el condominio, la devolución, el puerto franco, el paraíso fiscal... cosas en las que no se había pensado. El obstáculo está en que ninguna conferencia podría lograrlo porque a la primera discusión de la más mínima concesión, los políticos gibraltareños y españoles tendrían que protegerse a sí mismos de la indignación nacionalista de sus votantes.

Por eso se necesitan algunos mecanismos a más largo plazo que una conferencia de políticos elegidos democráticamente, y para ello tendríamos que tener en cuenta dos cuestiones. La primera, que estos diminutos paraísos fiscales son considerados románticos en vez de inadmisibles cuando tienen un príncipe o gran duque al frente, como Mónaco, Lietchenstein y Luxemburgo. Una segunda cuestión a considerar sería, que ha habido una sugerencia española sobre que "en Gibraltar, el Gobierno de Joshua Hassan podría funcionar exactamente igual que ahora con un gobernador designado por la Corona Española en vez de por la Británica".

Puesto que exactamente igual que ahora significa lo que dice, y puesto que las familias reales del Reino Unido y España disfrutan juntas y amistosamente de esta semana de vacaciones (...) podrían tomar en consideración la siguiente sugerencia: designar nuevo gobernador de Gibraltar a uno de los príncipes de la Casa Real Británica, Carlos, Andrés o Eduardo, y que Madrid hiciera un comunicado simultáneo declarando que esa también puede ser una opción de la Corona Española. Pernútir que algún locuaz secretario de Prensa dejara caer que su sucesor podría ser una de las hijas del Rey de España; no sería necesario que el príncipe Eduardo se casara con una de las infantas, aunque sería envidiable si así lo hiciera. (...)

16 de agosto