Interior felicita a un inspector presuntamente implicado en el caso

El Ministerio del Interior felicitó ayer al inspector de policía Miguel Ángel Lebrón Díaz Flor, de 29 años de edad, presuntamente implicado en el caso El Nani. La orden aparece firmada por el director general de la Policía, Rafael del Río, en atención "a los méritos contraídos en el servicio" por el agente policial referido."Esta Dirección ha resuelto conceder a Miguel Ángel Lebrón Díaz Flor, y en atención a los méritos contraídos en el servicio, la recompensa de felicitación pública con anotación en su hoja de servicio", señala la citada orden de la Dirección General de la Policía que tiene fecha de ayer.

El juez Andrés Martínez Arrieta, que ha instruido el sumario sobre la desaparición de El Nani, solicitó el pasado 23 de julio, en un informe remitido a la Audiencia Provincial de Madrid, el procesamiento del inspector Miguel Ángel Lebrón, por un supuesto delito de torturas sufrido por Ángel Manzano, socio y amigo de El Nani.

Indicios de criminalidad

El juez considera que existen indicios racionales de criminalidad en la actuación de este funcionario policial en el caso, así como del comisario Francisco Javier Fernández Álvarez y los inspectores Francisco Aguilar González, José María Pérez Gutiérrez, Felipe Pintado Berruezo y Gonzalo Álvarez Fernández.Manzano denunció que fue torturado el 12 de noviembre de 1983 en las dependencias de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid.

El detenido aseguró que fue reiteradamente golpeado y que se le practicó la mesa (un tipo de tortura). Ese mismo día y a escasos metros de la estancia donde permaneció Manzano, Santiago Corella sufrió otro interrogatorio, y desapareció posteriormente. El Nani, Manzano, Soledad Montero -la mujer de Santiago Corella-, Concepción Martín -compañera de Ángel- y las tres hermanas Corella -Lourdes, Concepción y Consuelo- fueron acusadas por la policía de haber cometido el 31 octubre un atraco a la joyería Payber, situada en la calle de Tribulete, de Madrid.

En el curso de aquel golpe murió asesinado el dueño del establecimiento, Pablo Perea Ballesteros.

Posteriormente la policía liberó de toda culpa a los integrantes de las familias Corella y Manzano.