Craxi promete que no habrá elecciones anticipadas en Italia

Bettino Craxi pronunció ayer ante el Senado su discurso de investidura como nuevo presidente del Gobierno italiano. Prometió estabilidad y que no habrá elecciones anticipadas a los próximos comicios, previstos para dentro de 20 meses. El debate reglamentario se inició a continuación, y hoy se procederá a la votación de investidura en la Cámara alta. Superado el trámite senatorial, el debate se trasladará a la Cámara de Diputados, donde está previsto que el voto de confianza se efectúe el viernes.En sus 32 folios de discurso, el presidente del Gobierno ha subrayado que su anterior Gabinete, con sus tres años de vida, ha sido el más largo y estable de la historia republicana. Ha hecho después una enumeración de los aspectos en que, a su juicio, el país ha avanzado durante este período; y ha subrayado que, gracias a su esfuerzo, por primera vez se podrá finalizar una legislatura sin interrumpirla con elecciones anticipadas.

Craxi manifestó que si su nuevo Gabinete no hubiese sido la continuación del anterior y se hubiese montado un equipo ministerial nuevo, no presidido por él, precisamente en un momento de tanta tensión política, dicho Gobierno habría sido forzosamente inestable y habría podido hacer inevitables unas elecciones anticipadas.

El presidente del Gobierno insistió en que la estabilidad gubernamental no lo es todo, pero consideró que resulta algo fundamental para la vida política de un país y para que el Parlamento pueda trabajar en paz.

En efecto, los frutos recogidos por el anterior Gabinete de Craxi, gracias también a una coyuntura internacional favorable, no han sido pocos. Como ha explicado Craxi, por vez primera se ha llegado en ese país a un inflación de un 5%; ha disminuido la criminalidad y, sobre todo, se han delineado los perfiles de ésta. Mucha gente, incluso importante, ha acabado en la cárcel; la bolsa ha subido hasta las estrellas y las exportaciones han aumentado una media del 12%. "Y en este período", ha dicho Craxi, "el prestigio de Italia en el exterior ha aumentado".

Desilusión

La atención de los políticos estaba centrada, sin embargo, en cómo iba a afrontar Craxi públicamente el espinoso problema de la alternancia en la presidencia del Gobierno. Si iba a hablar o no del pacto firmado secretamente con la Democracia Cristiana para que ésta recupere la jefatura de Gobierno el próximo mes de marzo, en beneficio, probablemente, de Giulio Andreotti.Pero Craxi ha desilusionado la expectativas al no referirse directamente al asunto. Lo único que ha asegurado es que gracias a él no habrá ya elecciones anticipadas en los 20 meses que quedan de legislatura, lo cual equivale a decir, según algunos observadores, que en realidad está de acuerdo en dejar su puesto dentro de unos meses, ya que es evidente que de lo contrario podrían ser esta vez los democristianos quienes abriesen la crisis.

Los democristianos temen que si el nuevo Gabinete funciona pueda haber presiones para que Craxi continúe hasta el final de la legislatura.