Croissier reafirma que el saneamiento será el objetivo de la política industrial

La continuidad en el saneamiento industrial y la permanencia, con importantes retoques en el área energética, de los actuales equipos del Ministerio de Industria y Energía y del Instituto Nacional de Industria (INI) y de su grupo de empresas serán el objetivo básico de la política que adoptará el nuevo titular del departamento, Luis Carlos Croissier, según se puso ayer de manifiesto en los actos de toma de posesión de sus nuevos altos cargos. Claudio Aranzadi, nombrado presidente de INI el pasado viernes, advirtió sobre la "inesperada dureza" que para el holding y sus empresas puede suponer la actual coyuntura, especialmente como consecuencia de la caída del dólar y la nueva competencia interior que ya supone la integración en la Comunidad.

La promoción de Luis Carlos Croissier de la presidencia del INI al Ministerio de Industria va a tener el efecto inmediato de posibilitar la continuidad casi absoluta, en estrategia y personas, en la política industrial seguida por los dos Gobiernos anteriores. El nuevo ministro de Industria y Energía así lo explicitó en la toma de posesión de sus más directos colaboradores, donde manifestó que el "trabajo realizado [en los últimos cuatro años] no había hecho más que empezar y que los cambios de personas en los altos cargos -todas ellas promociones de puestos inferiores- permitirán que "no se pierda el ritmo en el trabajo".Tanto el nuevo subsecretario, Miguel Ángel Feito, como el secretario general de la Energía, Fernando Maravall; el secretario general técnico, Santiago Eguidazu, y su más directo colaborador, Mauro Lozano, jefe de su gabinete, han permíanecido al lado o muy próximos a Croissier en los cuatro años pasados. También lo han hecho el nuevo presidente y vicepresidente del INI, Claudio Aranzadi, y José Manuel García Hermoso, que ocupaban la vicepresidencia y una dirección general del grupo público bajo el mandato de Croissier.

Continuidad e intensificación

Por eso en los discursos pronunciados ayer destacaron dos palabras: continuidad e intensificación. Continuidad en los objetivos básicos de reducir pérdidas y racionalizar el funcionamiento de la empresa pública, según declaró Aranzadi, e intensificación en los esfuerzos realizados hasta la fecha, según afirmó Croissier. Todo ello pese a que Aranzadi, un bilbaíno de 39 años, estimó que 1986 puede ser un "año duro" para las empresas públicas como resultado del doble efecto de la caída del dólar, que ha hecho mella en los ingresos por exportación del grupo, y la mayor competencia interior en precios que ha supuesto la integración en la CE.Aunque sin anunciarse todavía, cabe prever, según fuentes solventes, cambios futuros importantes en la orientación, al menos formal, de la política energética. A la sustitución de Martín Gállego por Fernando Maravall en la secretaría general de la Energía hay que añadir la búsqueda de un nuevo responsable para la dirección general del mismo nombre, una vez que haya concluido un período prudente para la transición de poderes. Maravall une a su experiencia previa en el mismo ministerio una vinculación muy estrecha con Oscar Fanjul, presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), al que sustituyó hace casi tres años en la secretaría general técnica de Industria.

Otro nombramiento importante aún pendiente, aparte del sustituto/a de Carmen Mestre, es el del nuevo director general de Industrias Siderometalúrgicas, que deberá materializar la intensificación de la política de reconversión industrial. Asimismo se prevé el cambio en la dirección general de Electrónica.. cuyo titular, Jaume Clavel, podría ser nombrado presidente de ENASA.

Ayer juraron también sus cargos el subsecretario de Economía, José María García Alonso, y el director general del Tesoro, Pedro, Martínez Méndez.