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Botha califica de inierencia la misión de paz de Howe

El presidente de Suráfrica, Pieter Botha, denunció ayer la misión de paz del secretario del Foreign Office británico, Geoffrey Howe, como una injerencia en los asuntos internos de su país, y rechazó la petición de liberar al líder nacionalista Nelson Mandela. "No podemos permanecer callados antelas directas injerencias en nuestros asuntos internos" dijo Botha. El emisario de la Comunidad Europea (CE), sin llegar a considerar abiertamente su misi6n como un fracaso, declaró en una conferencia de prensa: "Las respuestas que he recibido no me permiten proclamar todavía que he hecho los avances que hubiera deseado".

Botha dijo en su primera conferencia de prensa tras un año de silencio y en respuesta a la visita de una semana que ha realizado Howe en medio de crecientes llamamientos a la adopción de sanciones contra el régimen: "Nunca me suicidaré aceptando las amenazas y las prescripciones del exterior".

Aunque ni Howe ni Botha hicieron comentarios sobre el contenido de los 55 minutos de su entrevista de ayer, a nadie le quedan dudas de que no hay nada nuevo después de la misión de Howe. Los puntos de vista completamente opuestos sobre la liberación de Mandela y sobre la legalización del perseguido Congreso Nacional Africano (ANC) parecen los mayores obstáculos para encontrar una salida.

En conferencia de prensa celebrada una hora antes de la de Botha, Howe dijo que "el cambio en Suráfrica ha de llegar mediante el diálogo entre el Gobierno surafricano y los líderes escogidos libremente por la población negra". Tal diálogo, dijo Howe, " no será posible mientras dirigentes negros como Nelson Mandela estén en prisión o en el exilio, y organizaciones como el ANC estén ilegalizadas".

"Para mí está bastante claro que sir Geoffrey, como representante de los 12 países de la Comunidad Europea, vino a Suráfrica a presionar para que liberemos a Mandela y legalicemos al ANC", manifestó Botha. "Le dije claramente que estoy dispuesto a liberar a Mandela en el momento en que él esté dispuesto a abandonar la violencia". Y lo mismo rige para el ANC, dijo Pieter Botha. "No puede haber conversaciones con el ANC mientras esté bajo control comunista".

Botha dijo que estaba dispuesto a entrevistarse con otros dirigentes europeos y africanos, "con el objetivo de identificar y tratar los problemas que nos afligen en esta región y buscar soluciones". Con respecto a tales entrevistas, dijo: "Me perecen más productivas que la actual hostilidad antisurafricana".

"No creo en las sanciones. Las naciones deben aprender a tratar con las demás de una forma justa, civilizada y responsable". "Espero que las histéricas imprecaciones de algunas naciones occidentales se pasen pronto", prosiguió el presidente surafricano.

"Preferimos mantener relaciones normales con países y Estados civilizados, pero no podemos permanecer callados ante las directas injerencias en nuestros asuntos internos'.

En el país siguen produciéndose muertes de negros. Con las cinco víctimas que se anunciaron ayer, asciende a 193 el número de vidas perdidas desde la implantación del estado de emergencia, el 12 de junio.

Howe regresó anoche a Londres, y presentará sus conclusiones ante la Comunidad Europea la próxima semana. El emisario de los doce dijo ayer que es muy probable que se intensifiquen las presiones a favor de la adopción de represalias contra Pretoria, y añadió: "Es probable que se adopten más sanciones, de una u otra forma, en los próximos meses".

El Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano votará mañana la adopción de nuevas sanciones económicas contra Suráfrica.

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