Los ministros reconocen que no habrá cambios en la política del Gobierno

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y los 15 ministros del tercer Gabinete formado por Felipe González prometieron ayer sus cargos ante el rey Juan Carlos en el palacio de la Zarzuela. González lo hizo en la mañana del jueves. La mínima reestructuración de departamentos, que se ha limitado a la creación de un Ministerio de Administraciones Públicas y otro de Relaciones con las Cortes, pretende "una mayor eficacia en la dirección de las tareas político - administrativas". Los nuevos ministros reconocen que no habrá cambios en la política del gobierno.

Después de prometer sus cargos, los nuevos ministros se trasladaron a sus respectivos ministerios -el hasta ahora titular de Trabajo Joaquín Almunia, acompañó a Manuel Chaves a su despacho-.Todos se remitieron "al programa electoral del PSOE" para hablar de su actuación futura.Sólo tres ministros accedieron a realizar unas breves y convencionales declaraciones, mientras que el resto pidió algo de tiempo para aterrizar en sus puestos, aunque destacando que las líneas básicas de actuación se mantendrán. Manuel Chaves expresó en primer término su satisfacción porque el presidente del Gobierno ha querido contar con él para la cartera de Trabajo. "Es una casa que conozco algo porque he tenido relaciones con ella desde mis cargos en las ejecutivas del PSOE y de UGT", manifestó. Para conocer las prioridades de su ministerio remitió al programa electoral del PSOE.

Carlos Romero, que repite en el cargo de ministro de Agricultura, salvó en primera instancia la situación remitiendo igualmente al programa agrario del PSOE. Del mismo destacó como tarea prioritaria la continuación en la adecuación de la agricultura española a la Comunidad Europea y la potenciación del asociacionismo y el cooperativismo agrario.

Abel Caballero, que continúa en su puesto de ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, anunció una amplia actividad legislativa, ya conocida por estar en sus previsiones anteriores a los comicios de junio. La aprobación de la ley de Ordenación del Transporte Terrestre, la ley de Comunicaciones y el plan de aeropuertos están entre sus objetivos inmediatos. No ocultó que su política será continuista.

El Boletín Oficial del Estado publicó ayer el real decreto de Reestructuración de Departamentos Ministeriales, que explica con brevedad el objetivo del mismo: "Conseguir una mayor eficacia en la dirección de las tareas políticoadministrativas". El Ministerio de Relaciones con las Cortes y de la Secretaría del Gobierno, cuyo titular es Virgilio Zapatero, asume las competencias del anterior Ministerio de la Presidencia, salvo lo referente a la objeción de conciencia y al síndrome tóxico.

Este nuevo departamento se encargará de la comunicación entre el Gobierno y las Cortes Generales la preparación, desarrollo y seguimiento del programa legislativo del Gobierno; la organización de los trabajos del Consejo de Ministros, comisiones delegadas del Gobierno y Comisión General de Subsecretarios, además de funciones de apoyo al presidente y el vicepresidente del Gobierno y coordinación interministerial. Zapatero, tras prometer su cargo, se trasladó a su nuevo despacho, donde le aguardaba su anterior inquilino, Javier Moscoso, para hacer el traspaso de poderes. Otro tanto hizo Joaquín Almunia, ministro de Administraciones Públicas, que acompañó al despacho a Manuel Chaves, su sucesor en Trabajo.

Almunia tiene a su cargo la preparación y ejecución de la política del Gobierno en las relaciones con las comunidades autónomas y corporaciones locales, así como la organización administrativa, régimen jurídico y retributivo de los funcionarios públicos, procedimiento e inspección de servicios de la Administración del Estado. Almunia se despidió de sus colaboradores de Trabajo y se dirigió posteriormente al número 3 del paseo de la Castellana, donde se ha fija do la sede del nuevo Ministerio de Administraciones Públicas. El traspaso oficial de los ministerios en los que ha habido cambio se efectuará a las ocho de la mañana del próximo lunes.

En 15 minutos

La ceremonia en la Zarzuela comenzó a las once de la mañana y consumió tan sólo 15 minutos. Todos los ministros prometieron por su conciencia y honor guardar y hacer guardar la Constitución y lealtad al Rey, así como mantener en secreto las deliberaciones del Consejo de Ministros". Poco antes de las once de la mañana, el Gobierno al completo esperaba la llegada de los Reyes en la sala de audiencias. Don Juan Carlos y doña Sofía saludaron con una ligera inclinación de cabeza a los miembros del Gobierno, situados en semicírculo.Fernando Ledesma, ministro de Justicia, fue el primero en prometer, dado que, como notario mayor del Reino, fue el encargado de tomar la promesa a los demás ministros. Sobre una pequeña mesa cubierta con un paño de terciopelo se colocó la Constitución abierta por el artículo 99, que desarrolla la fórmula del nombramiento. Un crucifijo y el Evangelio, abierto por un pasaje de san Juan, se encontraban en la misma mesa por si algún miembro del Gabinete hubiera querido jurar poniendo como testigo a estos símbolos religiosos, lo que no ocurrió.

Con la mano izquierda apoyada en la Constitución, todos los miembros del Gobierno prometieron el cargo. Finalizado el breve acto, los Reyes estrecharon la mano de los ministros y todos juntos posaron para la clásica fotografía. Tras unos minutos de cordial charla, los 17 miembros del Gobierno abandonaron la residencia real.