IU presentará una queja por la réplica "despectiva" de González a Iglesias

Enrique Curiel, vicesecretario general del PCE y portavoz adjunto del Grupo Mixto en represeritación de Izquierda Unida (IU), presentará en la primera reunión que celebre la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados tina queja verbal de su coalición ellectoral por la permisividad del presidente de la Cámara, Félix Pons, ante la "despectiva" réplica de Felipe González a Gerardo Iglesias durante las sesiones del debate de investidura.Curiel pedirá a Pons que en el futuro proteja mejor los derechos, de los diputados, así como a las mínorías, después de que, a juicio de Izquierda Unida, permitiese que el presidente del Gobierno tratase de una forma despectiva a Gerardo Iglesias y se extendiese en la justificación del rechazo a que IU cuente con un grupo parlamentario propio después de que al presidente de esta coalición electoral le fuese prohibido criticar la citada decisión de la mesa del Congreso.

El presidente del Congreso, Félix Pons, expresó, por su parte, a este diario su versión de que en la primera sesión del debate no fue él quien desconectó de la megafonía los micrófonos de los escaños de Gerardo Iglesias, Ramón Espasa y Ramón Tamames, sino que lo que sucedió fue que dichos micrófonos estaban averiados.

Enrique Curiel insistió en que Izquierda Unida, en su conjunto, hará frente a la "pretensión socialista" de ridiculizar a Iglesias en el Parlamento, después de haber perseguido, en su opinión, el mismo propósito durante toda la campaña electoral. Curiel se ha quejado en privado de que los diputados socialistas recurriesen incluso a la presión psicológica para entorpecer las críticas de sus adversarios, como pone de relieve, desde su punto de vista, el que frecuentasen las entradas y salidas del hemiciclo durante el discurso de Adolfo Suárez y respondiesen con carcajadas y abucheos a las intervenciones de Gerardo Iglesias.

Apoyo al líder del PCE

Varios diputados de Izquierda Unida manifestaron ayer a este periódico su conformidad con las intervenciones de su portavoz, por considerar que "aportaron algo diferente, tanto en el fondo como en la forma, en una Cámara muy mal acostumbrada, donde todos hablan con un lenguaje de iniciados y con unos contenidos que son casi intercambiables entre los grupos políticos".

Uno de los parlamentarios consultados precisó que el acierto de los discursos no debe ser medido por las reacciones del coro que forman los representantes del PSOE. Tras reconocer que Iglesias deberá pulir el estilo que utilizó durante el debate de investidura para no caer en "lo histriónico", defendió que "era necesario dar un zapatazo, en un Parlamento como éste, monótono, y en el que cualquier ruptura del fórmalismo parece una blasfemia".

No obstante, esta apreciación no era compartida por otros parlamentarios de izquierda, como los de Euskadiko Ezkerra, que en privado confesaban haber sentido en algunos momentos "vergüenza ajena" y mostraban su preferencia por un estilo más "serio, sin ser por ello más aburrido".