El rey del saldo

JOAQUIN VIDAL Manuel Chopera es empresario de Las Ventas por bueno. ¿A que tiene gracia? Por bueno, en el sentido de que es el mejor. En la Comunidad de Madrid lo juraban por estas, y le regalaron la gestión de la plaza, tras concurso público en el que los mejores postores -que eran los otros- huibieron de rendir plicas ante la insustancial oferta del favorito.

Claro que, insustancial, según y cómo. Insustanlcial lo será para usted, aficionado, que para el empresario es sabrosísima: lo consagra rey del saldo con todos los pronunciamientos favorables de las galaxias culturales autonómicas.

También lo consagra rey de la becerrada. Chopera está convirtiendo el histórico coso de Las Ventas en la capitalidad de los becerristas. No es totalmente suya la culpa, desde luego, pues ya la Comunidad redactó en su día el famoso concurso de forma que ese becerrismo fuera posible en días festivos, cada vez que a Chopera le diera el gusto.

El próximo viernes, festividad de Santiago, que es fecha eminentemente taurina, Las Ventas hará honor a su historia y a la tradición del día, con una becerrada. Para el día de la Virgen de Agosto, otro hito tradicional en el calendario de la fiesta, nuevos becerrismos se avecinan, para mejor gloria de la Comunidad de Madrid (galaxia cultural), gozo mercantil de su cogestor y pintoresca promoción de la fiesta en la capital del reino.

Mientras tanto, el gestor compra de barato. Ayer anunció una corrida con excelente cartel y ganado infame. De saldo, natural mente. A ninguno de los tres diestros de ayer se les ocurrirá en el futuro exigirle honorarios a Chopera, despues del resultado artístico obtenido. El rey del saldo gana por todoslados.

Los toros, que salieron grandones, destartalados, cada uno de su padre y de su madre a la vista de la diversidad de tipos y estampas, se hermanaban en mansedumbre. Amoruchados y peligrosos, sólo valían para estrellar toreros contra los muros del fracaso.

únicamente el que abrió plaza tuvo nobleza. A este toro le hizo Curro Vázquez tres faenas. Con la primera, toro y público se hubieran dado por satisfechos: embistió bien el Peñato, lo toreó con gusto Curro Vázquez; sobre todo cuando cambiaba de mano, dibujaba el ayudado, ligaba el de pecho. La faena estaba hecha, el éxito más o menos conseguido, y, sorprendentemente, Curro Vázquez volvió a empezar otra, ahora escasamente lucida, pues el toro se puso reservón; y, al concluirla, otra más, que el toro ya no admitía de ninguna manera, y la porfía de los pases carecía de sentido.

El sexto no tenía clase ninguna, pero algún lance admitía y Pepín Jiménez, a base de consentir aguantar y mandar, le ligó pases de exquisita factura, primero en redondo, luego al natural, en los que había valor, pundonor, dominio, y tambien pinceladas de arte. Menudo torero es el lorquino.

A su anterior toro, reculante reservón, lo mató fatal y escuchó dos avisos. Son los altibajos clásicos de los toreros que arriesgan. Pepie Luis Vázquez arriesga menos y se evita esos altibajos, entre otros muchos sinsabores. Frente a SUS dos toros estuvo decoroso, como siempre: les probó la embestida por ambos pitones, sacó los pocos pases que tenían, entró a matar. Y todo sin descomponerse.

La descomposición le entrará cuando quiera volver a Las Ventas y pedirle, a cambio, un dinerín al rey del saldo, gigante de la becerrada, ojito derecho de la Comunidad. El rey del saldo, gigante de la becerrada, ojito derecho de la Comunidad, para esto de los dinerines es la cumbre del Everest.

Joselito triunfa en Barcelona

Joselito triunfó ayer en su presentación como matador de toros en Barcelona y cortó oreja del sexto toro, de Atanasio Fernández. En el tercero fue ovacionado. Manzanares tuvo palmas y división. Julio Robles, palmas y vuelta al ruedo. El joven debutante causó excelente impresión en todos los tercios.