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25 militares, detenidos por el caso de los dos jovenes quemados en Chile

El Ejército chileno ha reconocido, después de una intensa presión de Estados Unidos y tras desmentir versiones anteriores, que hubo soldados presentes cuando dos jóvenes fueron quemados vivos durante la represión de la huelga general del 2 y 3 de julio. Mediante un comunicado que leyó en la noche del pasado viernes el comandante de la guarnición de Santiago y jefe de la zona en estado de emergencia, general Carlos Ojeda Vargas, el Ejército informó que ha detenido y puesto a disposición de la justicia a 25 militares -tres oficiales, cinco suboficiales y 17 reclutas"que habrían participado en los hechos".Según el comunicado, "el día 2 de julio, en circunstancias que una patrulla militar vigilaba el orden público, sorprendió a un grupo de personas que pretendían alterarlo y portaban material inflamable contenido en envases destinados a ese efecto".

"Entre dichas personas", agregó la declaración, "se encontraban Carmen Gloria,Quintana y Rodrigo Rojas Denegiri ( ... ). Al volcarse uno de los envases con material inflamable, por la acción de uno de los propios detenidos, se encendió la vestimenta de los nombrados, la que fue apagada con frazadas (mantas) que llevaba el personal militar".

Dieciséis días tardó el Gobierno en hacer este reconocimiento parcial. Según numerosos testigos, ambos jóvenes fueron capturados por una patrulla, interrogados y golpeados a culatazos. Después, un soldado los roció con un líquido inflamable y los quemó vivos. Al cabo de unos minutos otro militar los cubrió con una manta, apagando las llamas. La patrulla subió ambos cuerpos a una camioneta y los arrojó media hora después en un camino rural, a 15, kilómetros de Santiago. Rojas falleció cinco días después, mientras Carmen Gloria Quintana ha sobrevivido a cuatro operaciones.

Abogados de la Vicaría de la Solidaridad, de la Iglesia católica, consideraron "débil e incompleta" la versión del Ejército, aunque admitieron que el juez no hubiera podido avanzar en la investigación sin la detención de los 25 militares. "La declaración oficial no dice nada sobre por qué los cuerpos no fueron dejados en un hospital", expresó el abogado Héctor Salazar. El jurista dijo: "Creemos que tratan de ocultar los hechos verdaderos".

Anteriormente el Ejército y el ministro de Defensa habían desmentido la participación de hombres uniformados en los hechos. El propio general Augusto Pinochet había culpado a las propias víctimas.

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