EE UU entregará a terroristas del IRA

El Gobierno conservador británico se apuntó ayer una importante victoria diplomática al aprobar el Senado norteamericano un nuevo tratado de extradición entre los dos países, destinado a impedir que los terroristas del Ejército Republicano Irlandés (IRA) encuentren asilo político en Estados Unidos.El resultado de la votación, 87 votos a favor y 10 en contra, ha sido considerado en medios diplomáticos de las dos capitales un triunfo de la primera ministra, Margaret Thatcher, así como el pago de la deuda que Washington tenía con Londres por el apoyo británico durante el ataque norteamericano contra Libia.

Igualmente, el Senado aprobó una ayuda de 20 millones de dólares (unos 3.000 millones de pesetas) este año y el próximo, destinada a poner en marcha proyectos industriales y de todo tipo en las dos Irlandas, al amparo del acuerdo británico-irlandés. La cantidad es sustancialmente inferior a la propuesta por la Cámara de Representantes, que preveía la concesión de créditos a fondo perdido por valor de 250 miIlones de dólares en un quinquenio.

El tratado, que empezó a negociarse hace años, ha sufrido varias modificaciones en su texto original ante las presiones de varios senadores de origen irlandés. Pero, como consecuencia del permiso dado por Thatcher para que los aviones norteamericanos que atacaron Libia despegaran de bases estadounidenses en el Reino Unido, se ha mantenido en su redacción final el texto deseado por los británicos.

A partir de ahora, los tribunales norteamericanos dejarán de considerar delitos políticos todos aquellos en los que haya pérdidas de vidas humanas y en los que se utilicen armas o artefactos explosivos. La tenencia de armas no será, sin embargo, causa de extradición.

Inmediatamente después de conocerse el resultado de la votación, el presidente Ronald Reagan, que en varias ocasiones había apelado personalmente a los senadores para conseguir su aprobación, telefoneó a Thatcher para adelantarle la noticia.

La primera ministra, que no se cansó de repetir una y otra vez que Washington no tendría credibilidad en su lucha contra el terrorismo si no se aprobaba el tratado, se manifestó "encantada" con el resultado de la aplastante votación. El tratado tiene efectos retroactivos.