Pedro Laín Entralgo
Pedro Laín Entralgo, nacido en Urrea de Gaén (Teruel) en 1908, es catedrático jubilado de Historia de la Medicina y fue reelegido en diciembre de 1985 director de la Real Academia Española por un nuevo período de tres años. Licenciado en Ciencias Químicas y doctor en Medicina y Cirugía, cursó estudios de psiquiatría en Viena y ejerció la medicina en un pueblo de Andalucía.De 1939 a 1941 fue encargado de la enseñanza de Psicología Experimental en la universidad madrileña. Ensayista e historiador, se le considera como uno de los más importantes pensadores de la España contemporánea, fundó en 1940 la revista Escorial en unión de Ridruejo y Marichalar, en un intento de apertura en el ambiente cultural de la época.
Fue rector de la Universidad Central de Madrid de 1952 a 1956, año en el que dimitió, tras la revuelta estudiantil de febrero. Desde entonces no ha ocupado ningún cargo público, asumiendo la posición de un intelectual independiente y crítico.
La presencia de Laín Entralgo en la vida cultural española es persistente y profunda, a través de sus artículos, sus libros y su papel decisivo en muchos de los acontecimientos culturales. En 1946 ingresó en la Real Academia Nacional de Medicina y en la Real Academia de la Historia. Durante varios años fue crítico teatral en la Gaceta Ilustrada, por lo que obtuvo el Premio Nacional de Teatro en 1970, y en 1985 se le concedió el Premio Ciudad de Sevilla de teatro por su obra Empecinado.
Entre sus numerosas obras se encuentran La generación del 98, La espera y la esperanza, Medicina e historia, España como problema, Antropología de la esperanza, Reflexiones sobre la vida espiritual de España y el libro de memorias Descargo de conciencia, publicado en 1976, que evoca sus años de compromiso con la Falange.
En junio de 1986 ha presentado simultáneamente sus tres últimos libros En este país, Ciencia técnica y medicina y Teatro del mundo.
De Pedro Laín ha dicho el escritor Torrente Ballester que la importancia de su obra representa, ante todo, el intento de integración en una sola de la doble corriente cultural española, y al mismo tiempo, el de mantener el contacto con Europa".
