La finca de Tres Cantos, dos veces más extensa que el Retiro, se abrirá en septiembre
La finca que el Ayuntamiento de Madrid tiene en Tres Cantos, con una extensión que duplica el parque del Retiro, será abierta en la primera semana del próximo mes de septiembre a los colegios y particulares que quieran visitarla, según informó Jesús Espelosín, tercer teniente de alcalde, durante el recorrido que hizo ayer con el alcalde de Madrid, Juan Barranco, por esta propiedad municipal. El Ayuntamiento ha gastado 33 millones de pesetas en acondicionarla, pues la jara y la maleza que la cubrían suponían un grave riesgo de incendio.
Juan Barranco recorrió ayer la finca, una vez terminados los trabajos de limpieza de maleza, que han durado dos años. La finca situada en el término municipal de Colmenar Viejo, justo en su límite con el de Madrid, tiene una extensión de 228,56 hectáreas y hasta ahora era solamente utilizada como terreno anexo al internado del colegio de La Paloma, en el que este año han cursado estudios de Educación General Básica 48 niños. Hace cuatro años ya se intentó abrir la finca al público, pero el proyecto no contó entonces con el apoyo de Enrique Tierno, temeroso de que sufriera daños en el caso de una apertura libre. Posteriormente se acordó realizar las obras con objeto de abrirla de forma controlada.Los trabajos realizados desde entonces han permitido eliminar la totalidad de la maleza que impedía realizar los recorridos, incluso con vehículos especiales.
La finca, que se asemeja ahora a la Casa de Campo, aunque mejor cuidada, será recorrida por los excursionistas que se apunten en el aula de ecología, situada en la calle de Divino Pastor, y por los alumnos de los colegios que lo soliciten a la Concejalía de Educación. Se harán dos tipos de recorridos, de distinta duración, de miércoles a domingo, desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde, en invierno, y desde las diez de la mañana hasta las ocho de la tarde, en verano, en compañía de un funcionario municipal.
45 años de abandono
La finca, comprada en 1941 por el Ayuntamiento a Horacio Echevarría, ya fue vigilada durante la guerra civil por funcionarios municipales debido al temor del propietario a que los árboles se utilizaran como leña. En los años cincuenta, la finca fue utilizada como coto de caza, y hasta como picadero por algunos concejales, que utilizaban la llamada casa del Cerro, derruida ahora debido a su estado ruinoso. Precisamente en este punto, que domina la finca, se levantará la torreta de prevención de incendios.Al recorrido de ayer asistió el alcalde de Colmenar Viejo, Armando Jusdado, con quien Barranco comentó la posibilidad de establecer una vigilancia permanente de la finca. Los responsables de la finca comentaron que ciervos y jabalíes suelen saltarse la cerca de piedra que separa a esta finca del monte del Pardo. La inversión realizada ha logrado, además de eliminar la maleza, reponer la cerca, encauzar el arroyo de Tejada y poner mesas y letreros indicativos.
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