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En Borleña se cría bien el opio

Cuidadas plantaciones de adormidera en una aldea cántabra

El sentimiento de culpabilidad de los 270 vecinos de Borleña (Cantabria) al saber que la flor que utilizaban habitualmente como ornamento era nada más y nada menos que flor de opio ha desaparecido momentáneamente tras conocer que la Papaver somniferum no sólo se cultiva en Borleña como vegetal decorativo, sino en otros pueblos de la región. Pese a la naturalidad con que la flor del opio crece en esta zona de Cantabria, la semana pasada miembros de la Guardia Civil llevaron a cabo la requisa (le todas las plantas ornamentales de tal especie existentes en Borleña.

La Papaver somniferum o, si se prefiere, la flor del opio o adormidera doble variada, se cultiva en muchos pueblos de la región cántabra. Entre otras cosas porque los sobres que contienen la semilla pueden adquirirse libremente en el mercado, controlados por el propio Ministerio de Agricultura. Afortunadamente, el complejo de culpabilidad por haber hecho inconscientemente algo castigado -por la ley ha desaparecido entre los, habitantes de esta aldea situada en las márgenes del río Pas, en la carretera de Santander a Burgos, desde el momento en que tina jubilada de la capital, que pasa allí temporadas, de descanso, les mostrara el sobre de la casa Batlle con la foto a t0do color de la adormidera y las correspondientes instrucciones para su cultivo. "No puedo asegurar dónde lo compré hace meses, si en Santander o en Torrelavega., pero aquí está", dice al periodista.

Una sorpresiva visita

Pilar Pérez, lugareña cercana a los 60 años, que tiene las manos útiles y eficaces lo mismo para cultivar su parterre que para introducir la hierba fresca en el pajar u ordeñar las vacas, contó a EL PAÍS la inesperada visita que el sargento de la Guardia Civil del puesto de Alceda-Montaneda hizo recientemente a su macizo, situado al pie de la carretera. "Me preguntó si aquellas flores eran de mi propiedad y yo le respondí que también eran suyas. Así que no tuve inconveniente en proporcionarle unas plantas pequeñas que se llevó con el pretexto de que pretendía cultivarlas en el cuartel".Varios días después, hombres vestidos de paisano volvieron al parterre de Pilar Pérez en ausencia de ésta, provistos de una cámara fotográfica y de unas tijeras, con las que cortaron algunos capullos. Cuando una vecina les confundió con desaprensivos turistas, se identificaron como guardias, posiblemente pertenecientes al Servicio de Información. No tardó en producirse una requisa general de la adormidera, llevada a cabo en todas las casas del pueblo y sus alrededores y también a campo abierto. Fue así como las sorprendidas mujeres de Borleña supieron que los hermosos pimpollos de brillante colorido que durante los últimos 10 años adornaron sus floreros y balcones eran la Papaver somniferum, que proporciona el opio y da origen a la morfina y la narcotina.

Puede que fuese Petra Riancho, la mujer del presidente de la junta vecinal perteneciente al Ayuntamiento de Corvera de Toranzo, quien hace más de 10 años obtuviera los primeros ejemplares de esta planta rústica y sobria que suele adaptarse a todos los terrenos y sólo exige riegos moderados. La flor, de colores muy vivos, oscilando entre el lila y el rojo, se convirtió pronto en la más estimada por sus convecinas. Todas querían cultivar "la flor lila de la primavera", con la que han hecho ofrendas en la parroquia a Santa Ana, la venerada patrona local.

Por primera vez desde hace muchos años, tras la confiscación y destrucción por la Guardia Civil de dos centenares de Papaver somniferum, la decoración floral de Borleña ha queda do exclusivamente encomendada a geranios, rosas y claveles pero existe confianza en que la primavera próxima la planta prohibida pueda retoñar aquí y allá, como ha ocurrido siempre desde que Petra Riancho obtuviera las primeras flores, sostenidas por un largo tallo escasamente ramificado, provisto de hojas alternas de color azulado y márgenes dentados.

Leche de vaca y buenas alubias

"Pero", se lamenta Eugenio Herrero, "será dificil que olvidemos aquí la vergüenza que nos han hecho pasar ciertas informaciones periodísticas de primera hora en las que se hablaba de plantaciones clandestinas, como si los vecinos de Borleña tuviéramos algo que ver con la droga. Mejor es que les pregunten a los bañistas de la ciudad que frecuentan estos pueblos en el verano. Aquí bastante tenemos con recoger la hierba y acomodarla en el pajar. Oiga, nosotros estamos sanos, muy sanos. Sí que nos drogamos, pero con leche de vaca y buenas alubias".

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