Peces-Barba, Carrillo y Pío Cabanillas, entre los ausentes

Algunos de los conocidos parlamentarios que no repiten legislatura lo hacen por voluntad propia, otros por eliminación de sus jefes de fila, y el resto porque las urnas les han dado la espalda. Entre los del abandono voluntario figuran el hasta ahora presidente del Congreso, el socialista Gregorio Peces-Barba, y su compañero de partido Pablo Castellano, éste último por haber pasado a ocupar una vocalía en el Consejo General del Poder Judicial. La pérdida del veterano dirigente comunista Santiago Carrillo ha sido sentida por parlamentarios de muy diferente signo político.

Peces-Barba ha cumplido su amenaza de retirarse de la vida política para cambiarla por el sosiego acadérnico de la Universidad. Marcos Vizcaya sustituye la política por la empresa. Portavoz del Grupo Vasco desile 1977, no esperó a que el aparallo del PNV le retirara y anunció con alharacas su despedida de Madrid "después de haber dejado mucha piel y llaber recibido grandes satisfacciones".Aunque parecía imposible, el sempiterno Pío Cabanillas no estará presente en el Congreso los próximos cuatro años. La condición impuesta por Manuel Fraga, presidente de Coalición Popular, según la cual ningún curodiputado debía figurar en las listas electorales le dejó fuera. Por el mismo motivo, el brillante parlamentario conservador Fernando Suárez no repite legislatura. Pero él no debe tener las razones tan claras. "Todavía no sé por qué no soy diputado", decía hace pocos días un SuáreZ bastante perplejo.

El dedo de Carrillo

La división de los comunistas ha apartado a Santiago Carrillo del Congreso de los Diputados, pérdida que ha sido sentida por casi todos los parlamentarios, sea cual sea su signo político. Carrillo, presidente de Unidad Comunista, ha sido siempre capaz, de mantener la atención de Gobierno y oposición. Su hablar despacioso, con las inflexiones justas para crear el suspense, y ese dedo índice de la mano derecha que señalaba amenazador a las filas socialistas van a ser difícilmente reemplazables.

El diputado socialista gitano Juan de Dios Ramírez Heredia también será recordado, éste por sus dolientes y barrocos discursos en pro de los derechos de su pue blo. No obstante, el ahora eurodiputado Ramírez Heredia ya ha conseguido emocionar con su verbo a los compañeros de Estrasburgo. Dos conocidas diputadas, Carmela García Moreno (PSOE) y Mercedes Villacián (PNV) han sido desplazadas del Congreso al Senado, y no precisamente por su voluntad. Eso sí, aseguran que tra bajarán ilusionadamente en esta nueva etapa, haciendo gala de una rigurosa disciplina de partido. Carmen Solana, hasta abril diputada socialista, no fue incluida en las listas electorales.

Los ministros que repitan notarán extraordinariamente la ausencia del diputado aliancista Eduardo Tarragona, que ostentó en la pasada legislatura el récord de formulación de preguntas al Gobierno. Tarragona, procurador en Cortes durante el franquismo, estableció un gabinete, costeado con dinero propio, que llegó a producir varios miles de preguntas dirigidas al Ejecutivo en el intento de recoger todas las inquietudes ciudadanas. A pesar de este desvelo, su partido no le incluyó en las nuevas listas electorales.

María Victoria Fernández España, miembro de la Mesa del Congreso desde 1977, se jugó su carrera política cuando abandonó Alianza Popular, en marzo. Habida cuenta de sus profundas convicciones atlantistas no pudo permanecer en un partido que propugnó la abstención en el referéndum sobre la OTAN. Concurrió el 22 de junio, sin fortuna, por Coalición Galega. Totora, como es conocida, no se resigna a abandonar el Congreso, y por ello se ha acreditado como periodista parlamentaria de la mano de un periódico gallego del que no es empresarialmente ajena.