_
_
_
_
_

Australia y Canadá ven en peligro la Commonwealth por la negativa de Thatcher a sancionar a Pretoria

, Australia y Canadá han manifestado que la persistente negativa de Margaret Thatcher a adoptar sanciones contra el régimen racista surafricano pone en peligro la existencia de la comunidad británica de naciones (Commomwealth), formada por 49 países, la mayoría de ellos gobernados por negros. Thatcher discrepa de este análisis, y así lo ha manifestado en Canadá, donde ha dicho al primer ministro, Brian MuIroney, que la política de sanciones no influirá en una liberalización del régimen de Pretoria. En el país africano el Congreso de Sindicatos Surafricanos ha convocado para hoy una huelga general.

El ministro de Asuntos Exteriores australiano, Bill Hayden, ha dicho que cada vez hay más indicios de que las naciones africanas, el mayor grupo de las que forman la Commonwealth, están preparando el abandono de la organización. "Existe el temor a que la Commonwealth no pueda soportar la negativa británica a responder a lo que esperan las naciones del África negra", dijo Hayden en la televisón australiana cuando comentaba la negativa de Kenia a acudir a los juegos de la Commonwealth, que está previste, se celebren a partir del día 24 en Edimburgo. Ayer se sumó a este boicoteo Tanzania, con lo que ya son cinco los países africanos que han decidido no acudir a la capital escocesa."Si el África negra se mueve en esa dirección en bloque, vaciará sustancialmente de contenido todo el objetivo, el significado y el funcionamiento de la Commonwealth, porque forma el grupo más numeroso", agregó el ministro de Exteriores.

Para Hayden, Canadá y Australia son los países que tienen un papel más importante que desempeñar para evitar la ruptura. Canadá ha respondido positivamente a todas las peticiones de endurecer las sanciones contra Suráfrica realizadas; por Estados negros, pero tanto Ottawa como Canberra son conscientes de que las sanciones que se adopten tendrán efectos mínimos si no cuentan con el apoyo británico, el principal inversor extranjero en Suráfrica.

El primer ministro australiano, Bob Hawke, ha dicho que va a pedir que se aplique un amplio abanico de sanciones, incluidas las económicas, contra Pretoria durante la cumbre de dirigentes de la Commonwealth que se celebrará a primeros de agosto de Londres. Otro de los siete participantes en esa reunión será Mulroney, que ha manifestado en repetidas ocasiones que hay que aplicar nuevas sanciones tanto para modificar los punts de vista de Pretoria como para evitar la ruptura de la Commowealth.Thatcher no cree que la comunidad británica de naciones esté en peligro, y ha indicado que en el pasado ha sobrevivido a pérdidas de democracia, estados de excepción, violencias sin número y censuras padecidas por sus miembros. La primera ministra británica muestra su pesar por la negativa de algunos países del África negra a estar en Edimburgo, pero insiste en que no cree que ello ayude a acabar con el apartheid.

Es más, la dama de hierro refuerza su postura contraria al boicoteo económico contra Pretoria diciendo que la adopción de sanciones expondría a Occidente a depender de la URSS para la consecución de minerales estratégicos imprescindibles para la industria de armamento.

"Lo que yo ahora pregunto a los demás es si están interesados en resolver los problemas mediante la negociación como yo lo estoy o si están sólo por resolver los mediante la fuerza, mediante el hambre de la gente, mediante el incremento de la pobreza y el paro" de los surafricanos, dice Thatcher.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Discrepancias entre negros

Estas palabras coinciden con las pronunciadas por el líder de la tribu negra de los zulúes, Mangosuthu Buthelezi, contrario a las sanciones y considerado como excesivamente moderado por muchos grupos antisegregacionistas negros. Buthelezi condenó ayer a las Iglesias surafricanas que exigen la adopción de represalias económicas contra Pretoria y se preguntó si Cristo "hubiera pedido a alguien que causara mayor pobreza a los pobres y mayor hambre a los hambrientos".

Quienes no comparten los criterios de Buthelezi son el Congreso de Sindicatos Surafricanos (COSATU) y los estudiantes. El COSATU, una federación de los diversos sindicatos negros nacida hace ocho meses y que cuenta con alrededor de medio millón de afiliados, ha ido adoptando tina cada vez mayor postura antisegregacionista y en favor de la concesión de plenos derechos políticos a la mayoría negra. Para hoy ha convocado una protesta general contra el estado de emergencia implantado hace un mes en el país -período en el que han perdido la vida 150 personas-, y se cree que la huelga afectará a toda la nación.

En los guetos negros hay también malestar por la reciente disposición gubernamental de entregar a cada estudiante un carné sin el cual no podrá acceder a su centro de estudios. El Departamento de Educación y Formación pretende mediante este sistema y la presencia de policías en las entradas de los centros controlar la presencia de estudiantes agitadores en las aulas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_