Vestuario a la puerta de la catedral.
Dos hombres, identificados con una placa de plástico de color rojo con la inscripción Catedral de Barcelona y una cruz de color blanco, obligan a los turistas que quieren visitar la catedral barcelonesa a ponerse unos pantalones largos, a fin de evitar que hombres o mujeres entren en el templo mostrando las piernas, como se aprecia en la fotografía. Un portavoz del arzobispado de Barcelona explicó ayer que desconocía la existencia de esta práctica y precisó que "en la puerta de la catedral no ha de haber pantalones para prestar a los turistas". El mismo portavoz señaló que "allí sólo se entregan mantillas a las mujeres que llevan los hombros descubiertos".
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