Felipe González quiere distinguir en su próximo Gobierno entre ministros 'políticos' y 'técnicos'

Felipe González pretende contar dentro de su Gobierno con un equipo restringido de ministros capaz de 'impulsar una acción política y más de izquierdas", según una fuente de la Moncloa. Para ello, los servicios juridicos de la Presidencia del Gobierno estudian la posibilidad de distinguir legalmente entre ministros políticos y técnicos, a fin de aumentar la funcionalidad del nuevo Ejecutivo, por un lado, y de intensificar la acción puramente política de algunos departamentos, por otro. Sin embargo, la diferencia es de difícil plasmación.

Este mismo sentido tendrá la potenciación de la figura de los secretarios de Estado, que podrán ser, de acuerdo con una fuente de la Moncloa, "interlocutores en las reuniones técnicas en Europa y también en el Parlamento español".Sin embargo, los primeros estudios realizados muestran la dificultad de formalizar una distinción cualitativa entre unos ministerios y otros, por lo que se considera más probable que Felipe González adopte un nuevo esquema de funcionamiento para su Gobierno por la vía de los hechos: ministros como José María Maravall (Educación), Narcís Serra (Defensa), Javier Solana (Cultura y portavoz), Carlos Solchaga (Economía y Hacienda), Joaquín Almunia (Trabajo) y Francisco Fernández Ordóñez (Asuntos Exteriores) podrían pasar a constituir una especie de gabinete restringido, con despachos más frecuentes con el presidente que los contactos puramente técnicos que habitualmente se mantienen en los consejos de ministros.

Todos ellos, con la poco probable excepción de Joaquín Almunia, que podría pasar a ocupar algún otro departamento -como el futuro superministerio de Administraciones Públicas- o encabezar un equipo de asesores de González, permanecerán en sus puestos en el próximo reajuste del Gobierno, que será anunciado por el presidente en funciones los próximos días 24 o 25 de julio.

Figuras progresistas

La potenciación de lo que los medios próximos a González consultados por este periódico llamaron "una política de izquierda no en lo económico, sino en los aspectos sociales" exigirá también la incorporación al Gobierno de algunas figuras nuevas y con imagen progresista dentro del PSOE: este sentido tiene que se estén barajando los nombres del sindicalista -enfrentado con Nicolás Redondo- José Luis Corcuera o de la dirigente de UGT del sector químico Matilde Fernández.Igualmente, ha suscitado numerosas especulaciones en medios socialistas el hecho de que el ex subsecretario de Interior Carlos Sanjuán, hombre muy ligado a Alfonso Guerra y que venía desempeñando las funciones de secretario general adjunto del Grupo Parlamentario Socialista, no haya visto revalidada su condición de dirigente del grupo. Un sector del PSOE interpreta esta ausencia de Sanjuán entre los nombramientos parlamentarios del Grupo Socialista como todo un presagio de que está llamado a más altas tareas, aunque posiblemente no en el Ministerio del Interior, donde se juzga probable la continuidad de José Barrionuevo, pese a sus deseos de dejar el cargo. Sanjuán mantuvo, siendo subsecretario de Interior, algunos enfrentamientos con Barrionuevo

Cambios para De Vicente

Un caso similar podría ser el del hasta ahora secretario primero de la Mesa del Congreso de los Diputados, Ciriaco de Vicente, quien no ha visto revalidada por el PSOE su permanencia en el cargo, pese a que el presidente del Grupo Socialista, Eduardo Martín Toval, le consideró hace unos días "seguro" candidato a mantenerse en la Mesa de la Cámara baja. De Vicente, experto en temas sanitarios, sufrió un cierto período de hibernación política a raíz de que su nombre sonase, en 1982, como posible ministro de Sanidad. Ahora el presidente González pretende reforzar la acción de su Gobierno precisamente en áreas como la sanitaria, la cultural y la educativa. Si el período de castigo de Ciriaco de Vicente ha concluido, el suyo será un nombre que barajar entre los ministrables.Esta intensificación de la acción gubernamental en temas sociales no implicará, sin embargo, variaciones en la trayectoria económica impuesta primero por Miguel Boyer y después por Carlos Solchaga, dijeron las fuentes consultadas por este periódico.

Solamente las necesidades derivadas de la incorporación a la Comunidad Europea impondrán algunos reajustes en este sector -se habla de una fusión de Industria y Comercio o de Obras Públicas y Transportes, por ejemplo, así como de la creación de una Secretaria de Estado de Pesca. Por otro lado, razones de mejor funcionamiento forzarán cambios en algunas secretarías de Estado del área económica