'Peggy' arrasa en Filipinas.
El centro de la capital filipina se ha transformado en un inmenso lago por el que vehículos y personas han de trasladarse casi a nado tras el paso del huracán Peggy por el norte de Filipinas. Al menos 42 personas murieron el jueves en este área por la violencia del huracán, que provocó lluvias torrenciales, corrimientos de tierra e inundaciones. Cuatro de las víctimas de Peggy murieron ahogadas en los barrios periféricos de Manila, donde numerosos edificios quedaron destruidos. Los equipos de socorro acudieron en ayuda de unas 11.000 familias en Manila y sus alrededores, cuyas viviendas quedaron totalmente inundadas. Al menos otras 800 familias fueron evacuadas en otras zonas del país. Según informó el Centro Nacional de Coordinación de Desastres filipino, la ciudad turística de Baguio, en la isla de Luzón, quedó ayer totalmente aislada y sin electricidad. El huracán, que está formado por vientos de una velocidad de más de 150 kilómetros por hora, se dirige hacia el sur de China. Las autoridades de Hong Kong han declarado el estado de alerta ante la llegada de Peggy.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.