Napoleón Duarte

Sorprenden las declaraciones del presidente salvadoreño Napoleón Duarte a EL PAÍS afirmando mantener su decisión de dialogar con la guerrilla. Parece que después de 18 meses de mantener esa decisión, al fin se va a concretar un nuevo encuentro con ella, después de que Duarte se ha negado a dialogar durante este tiempo por dos razones principales: 1) la falta de espacio político para negociar cuestiones sobre las que él no tiene poder real. 2) el proyecto de EE UU para Centroamérica, que no contempla como posibilidad una solución pacífica para la región, como lo demuestran el constante bloqueo a los posibles avances de Contadora y la aprobación de los 14.000 millones de pesetas como ayuda a la contra nicaragüense que en nada contribuyen a la búsqueda de soluciones pacíficas.Duarte se ve obligado, después de 18 meses, a aceptar la propuesta de diálogo por tres motivos: una posible justificación ante el rechazo a firmar el acta de Contadora, la disminución sensible de la popularidad de su Gobierno -por sus duras medidas económicas y por su falta de credibilidad al buscar una solución pacífica para el país-, y por el rechazo sufrido en su gira por Suramérica, donde además de manifestaciones de repudio en Uruguay, Argentina y Brasil, en este último país sólo acudieron 30 de los 439 diputados convocados a una sesión extraordinaria para rendirle homenaje.-