Aquino pide a los golpistas que juren la Constitución a cambio de no procesarles

"La crisis se ha acabado", dijo ayer la presidenta de Filipinas, Corazón Aquino, al referirse a la intentona golpista del domingo último, encabezada por Arturo Tolentino. Cory Aquino afirmó que si Tolentino y sus seguidores juran lealtad a la actual Constitución no serán castigados por el frustrado golpe. Aquino anunció también que quedan prohibidos todos los mítines en favor de Marcos.

"Mi principal preocupación", manifestó Aquino al concluir el Consejo de Ministros celebrado ayer en el palacio de Malacañang, "fue que no hubiese ningún baño de sangre". La presidenta dijo que la acción de Tolentino fue "un incidente" y repitió que "hay que olvidar el asunto".Pero el asunto sólo se olvidará, dijo la presidenta, si los ocupantes del hotel Manila -lugar elegido por los sublevados para desafiar al Gobierno- acceden a «jurar lealtad a la Constitución". Aquino se refiere a la Constitución provisional que proclamó tras su llegada a la presidencia.

Corazón Aquino no parece dispuesta a procesar a Tolentino porque no quiere hacer un mártir para los seguidores de Marcos. Sin embargo, la presidenta, que sale airosa de su primera crisis política importante desde que llegó al poder, a finales del pasado mes de febrero, anunció que se han creado dos comisiones, una política y otra militar, encargadas de investigar los hechos".

Que Tolentino acate la Constitución provisional. Tal parece ser el pacto entre el Gobierno y los cabecillas de la intentona en favor de Marcos para evitar que Aquino presente, al menos por el momento, acusaciones contra Tolentino y los seis generales que le acompañaron en la aventura del hotel Manila. Tolentino podría ser procesado por su responsabilidad civil en los daños y perjuicios causados por sus seguidores en el lujoso hotel, evaluados por la dirección en unos 100 millones de pesetas.

En su breve declaración ante la Prensa en Malacañang, Aquino reconoció que existieron diferencias entre los miembros de su Gobierno a la hora de tomar medidas contra los autores de la tragicómica revuelta de Tolentino. Pero una vez más parece que fue el ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, quien impuso su criterio de moderación, para evitar cualquier tipo de tensión en las fuerzas armadas filipinas.

Declaraciones de Laurel

En Madrid, Salvador Laurel, vicepresidente filipino, que ayer concluía una visita oficial de tres días a España, hizo unas declaraciones contradictorias con lo expresado en Manila por Aquino. Laurel dijo que en su última conversación con la presidenta, ésta le había dicho que la ley sería aplicada a los rebeldes según sus diferentes grados de participación en la intentona, informa .Laurel anunció que se ha retirado el pasaporte filipino a Marcos y que se han recuperado casi 30.000 millones de pesetas de la fortuna que éste guarda en el extranjero. También manifestó que en las futuras elecciones generales filipinas estarán presentes todas las fuerzas políticas que renuncien a la violencia, entre las que incluyó a los comunistas, si aceptan esta premisa.