Juan Ponce Enrile, hombre clave en Filipinas

Los rumores de un golpe militar circulaban desde hacía varias semanas en los medios políticos de Manila, citándose siempre como eventual protagonista a un solo personaje: Juan Ponce Enrile, el hombre que fue ministro con el presidente Ferdinand Marcos durante 20 años, el hombre que marcó el giro decisivo en la revolución popular pro Aquino de finales del pasado mes de febrero y, en definitiva, el hombre que tuvo la clave en el intento de la revuelta protagonizada por Arturo Tolentino y un grupo de generales retirados del mando por su estrecha vinculación con el régimen de Marcos.

"Ya tengo un trabajo y no busco otro", afirmó Ponce Enrile cuando los periodistas le preguntaron en la decisiva noche del pasado domingo si aceptaba la propuesta de Tolentino, que en su nuevo Gobierno ofrecía, una vez más, a Juan Ponce Enrile la cartera de Defensa y el cargo de vicepresidente. Enrile era el único hombre fuerte que estaba en Manila en la tarde del pasado domingo, cuando comenzó el intento de rebelión. La presidenta, Cory Aquino, y el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Fidel Ramos, estaban en Cagayán de Oro (Mindanao), a unos 800 kilómetros al sur de Manila. El vicepresidente, Salvador Laurel, en España, en visita oficial. Las primeras cartas las tuvo que jugar Enrile. Y lanzó sus ases en el campo de Corazón Aquino.

Juan Ponce Enrile, un lince en el arte de la supervivencia en la política filipina, cuenta a sus 62 años con una gran popularidad y es, sin duda, el líder con mayor concentración de poder real, después del carisma populista de Cory Aquino. Es un líder para el futuro, según muchos observadores. Sobre todo si se cumplen las palabras de Cory Aquino en el sentido de que no piensa ser candidata a una próxima elección presidencial.

Dos ambiciosos

En este caso quedaría abierta la carrera para los dos hombres más ambiciosos del equipo de Aquino: el actual vicepresidente, Salvador Laurel, y el actual ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile. El primero ya intentó ser candidato de la oposición unida en la elección del pasado 7 de septiembre, pero debió ceder ante la popularidad de la viuda del ex senador Benigno Aquino, asesinado en época de Marcos a su regreso de EE UU.Ponce Enrile ha demostrado controlar al Ejército, sobre todo a los jóvenes oficiales reformistas, y cuenta con el aval de su pasado a la hora de apaciguar a los medios económicos y financieros del país, cada vez más inquietos por lo que parece una política indiscriminada del equipo de Cory Aquino a la hora de incautar negocios pertenecientes al ex presidente Marcos o a sus allegados, como el United Coconut Planters Bank, cuya mayoría de acciones pertenecía a Eduardo Coguangco, un íntimo de los Marcos, pero también a muchos plantadores de coco. Ponce Enrile ha presidido este banco, uno de los más rentables de Filipinas, durante 11 años. La Comisión para la Buena Gestión del Gobierno incautó hace once días el 94,6% de las acciones del banco, y Ponce Enrile rechazó la petición de Aquino de que continuara en la presidencia.