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Tribuna
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Todo queda pendiente de la resistencia a la baja

La casi total ausencia de órdenes de compra ha provocado la ruptura de lo que se consideraban niveles de resistencia, con lo que los mercados se encuentran ahora incluso sin la posibilidad de que las partidas vendedoras encontraran algún freno al alcanzar los índices esos niveles. El papel sigue sin ser abundante, pero, en cualquier caso, es demasiado cuando la capacidad compradora se muestra tan inactiva como en estos momentos. Los recortes en los precios son, por consiguiente, pequeños, pero amenazan con proseguir al menos unos días más, con lo que está aumentando el nerviosismo de muchos inversionistas que están viendo cómo desaparecen sus plusvalías, y esto en el mejor de los casos. Lo más curioso es la aparente equivocación de las bolsas, pues la situación económica continúa siendo favorable y debería seguir atrayendo dinero hacia los mercados de renta variable. A este respecto, conviene recordar la continua baja en el precio del dinero, que se espera prosiga a medio plazo, que hará disminuir la rentabilidad de la mayor parte de las alternativas inversoras.La contratación, sin embargo, es el termómetro más fiable para conocer el estado del mercado, y en estos momentos está alcanzando sus cotas más bajas. La sesión de cierre del mes de junio, primera de esta semana, descendió hasta los 3.248,67 millones de pesetas efectivas, cuando la media mensual estaba en 6.000 millones y la anual por encima de los 7.000. El único grupo que mantiene su actividad sin demasiados problemas es el bancario, aunque ayer volvió a registrar una contratación por debajo de los 250.000 títulos, en lo que se refiere a los siete grandes. Los saldos que tuvieron estos valores no fueron muy abultados, aunque sólo en dos casos resultaron positivos. Popular y Vizcaya siguen siendo los favoritos de los inversionistas o, cuando menos, los únicos que consiguen despertar algún interés comprador. La situación que se generó ayer era una respuesta a la fuerte baja que sufrieron ambos valores el día anterior. Vizcaya subió en esta ocasión 36 enteros, y Popular, que repartía un dividendo complementario de 104,14 pesetas netas, recuperó 11,82 enteros, y ello tras una baja en la sesión precedente de 50 enteros.

El día primero de julio es tradicionalmente una jornada de pago de dividendos, por lo que resulta casi imposible hacer referencia a todos ellos. Treinta y cuatro clases de acciones procedieron al abono de dividendo, contándose entre ellas varias de primera fila. El apagado ambiente de esta sesión no era, sin duda, el más adecuado para recortar cupón, pero, en general, casi todos los valores sortearon esta circunstancia sin demasiados contratiempos.

Los sectores industriales fueron los que acumularon las mayores pérdidas en esta jornada, aunque ningún índice sectorial cedió cantidades superiores a los tres puntos. Constructoras, químicas, seguros y comunicaciones, por este orden, resultaron los más afectados, al tiempo que se registraba un solo avance, en el sector siderúrgico, de 27 centésimas. Los índices generales de las cuatro bolsas tuvieron resultados muy diversos en lo referente a la cuantía de las pérdidas, ya que mientras Bilbao sólo bajaba 1,07 puntos, Valencia cedía 3,33. Barcelona pierde 2,42, y Madrid, 1,33.

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