Tom Dowd

En este proyecto no se han escatimado medios. Grabación en estudios de Madrid, Memphis, Miami, Nueva York y Londres con algunos de los músicos españoles americanos más cotizados. Canciones a doble versión, castellano e inglés. Un trabajo previo a la grabación efectuado con tranquilidad y mimo. Temas y arreglos pensados para distintos mercados y, sobre todo, la producción de Tom Dowd, uno de los pocos legendarios que todavía quedan con cerca de 40 años de experiencia musical a sus espaldas.Aficionado desde muy joven a las ciencias y las matemáticas, estudió en la Universidad de Columbia y participó en el Proyecto Manhattan, origen del desarrollo de la bomba atómica. Integrante durante algún tiempo de las típicas orquestas universitarias norteamericanas, en 1947 su vida comenzó a centrarse definitivamente en la música como ingeniero de grabación, especializándose en versiones cantadas por blancos de éxitos negros. A partir de entonces la sucesión de nombre claves para la historia del rock and roll, pop y jazz que pasan a su lado es interminable. Ha trabajado con The Coasters, LaVern Baker, The Drifters, Modern Jazz Quartet, Wilson Pickett, Ray Charles (fue el responsable del sonido en el clásico What'd I say), Bobby Darin y Solomon Burke.

Productor-ingeniero

Convertido en el máximo responsable del sonido de la Atlantic e impulsor del naciente soul, como productor-ingeniero fue uno de los artífices del prestigio de los estudios Muscle Shoals, donde también grabará Miguel Ríos, y a partir de 1966 colaboró, entre otros, con Otis Redding, The Young Rascals, Cream, Aretha Franklin, P. F. Sloan, Dusty Springfield, Arthur Conley, Allman Brothers, Delaney & Bonnie, Lulu, Derek and the Dominos, Ronnie Hawkins, San Samudio, Tony Joe White, Jackie de Shannon, Terry Reid, Eric Clapton, Souther, Híllman & Furay, Rod Stewart, Stephen Stills, Lynyrd Skynyrd, Wishbone Ash, Kenny Loggins y Abba.A Tom Dowd le gusta pensar que puede contribuir, aportar algo a las personas con las que trabaja. Por eso elige cuidadosamente sus producciones, con la rentabilidad y un buen resultado final en el punto de mira. Desde su experiencia asume el papel de puente que enlaza al artista con el público, y aunque opine que la tecnología avanzada ha quitado parte de la excitación y la energía de los años heroicos, continúa con su casete de cuatro pistas en bandolera. Posee una extraordinaria memoria retrospectiva y es una enciclopedia viva de la historia del rock and roll, de la que ha sido progonista directo. Es un clásico que prefiere la canción Mac The Knife, de Kurt Weil el compositor favorito de Bertold Brecht, a cualquier trabajo propio: Hoy está en Londres junto a Phil Collins dando los retoques finales al último elepé de Eric Clapton. Mañana, con Miguel Ríos. Pasado mañana, quién sabe.