La derrota de Brasil ocasionó cinco muertos en Río de Janeiro

Cinco personas fallecieron en Río de Janeiro, por crisis cardíaca o muerte violenta, a consecuencia de la eliminación de la selección brasileña del Mundial. Varios centenares fueron hospitalizadas por causas relacionadas con dicha eliminación. Brasil vivió la derrota de su selección como un drama nacional, del que no pudieron escaparse sus 135 millones de habitantes.Las esperanzas por conseguir el cuarto título mundial quedaron rotas el pasado sábado tras los lanzamientos de penaltis. Hasta el presidente de la República, José Sarney, tuvo que enviar el siguiente texto consolador a la delegación brasileña en México: "Nada parará el camino de Brasil. Vendrán nuevas alegrías".

José Martins fue víctima de la derrota. Una agria discusión terminó para él violentamente, con un tiro de bala en la cabeza que le causó la muerte. Cientos de personas visitaron los hospitales aquejados de diversas dolencias, todas ellas relacionadas con el desconsuelo y la tensión vividas por la población en torno a su selección, como Joáo Verisimo da Silva, padre del seleccionador Telé Santana. La hermana del jugador Zico, considerado como el Pelé blanco, que falló un penalti, manifestó que sus padres "no se atreven a hablar con nadie". El propio locutor de la cadena televisiva O Globo no pudo reprimir el llanto en directo cuando el francés Luis Fernández transformaba el penalti que daba la clasificación a Francia.

En ese momento, todos los detalles que muchas ciudades brasileñas tenían ya previstos para celebrar el triunfo sirvieron para decorar una escena aún más dramática: banderas en una ciudad entristecida, cohetes sin utilizar, bandas de música que no tocaron sus instrumentos, un carnaval definitivamente aplazado. Ninguno de los vecinos de la calle San Francisco Javier, de Río, tocó los 400 litros de cerveza y 200 de carne dispuestos para la fiesta.

"El sueño acabó", titulaba el diario O Globo. La presumible fiesta entre lo que los brasileños gustaron de llamar el partido entre el fútbol-samba y el fútbol-champaña, no fue tal. El carnaval previsto en Río no se celebró. Sólo en las casas de residentes franceses pudieron verse discretas notas de alegría.