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PRENSA

Una nueva ley facilita en Francia la concentración de empresas

Soledad Gallego-Díaz

El futuro de la prensa escrita suscita en Francia muchas menos pasiones que el de los medios audiovisuales. La ley por la que se modifica el régimen jurídico de la prensa y se permite una mayor concentración empresarial acaba de ser aprobada sin pena ni gloria por la Asamblea Nacional. Por el contrario, la privatización del primer canal de la televisión estatal, TF-1,adquiere cada día más los caracteres de una batalla pública. Los sindicatos realizaron ayer una segunda huelga, que afectó a todas las cadenas de televisión, estatales y privadas, al tiempo que depositaban otro preaviso de paro para los días 25 y 26, es decir, coincidiendo con los últimos partidos del Mundial de fútbol.

La nueva ley de Prensa, aprobada con los votos de la Nueva Mayoría y del ultraderechista Frente Nacional, deroga no sólo la reglamentación aprobada en la etapa socialista, sino también las normas que venían rigiendo desde el final de la II Guerra Mundial para garantizar la transparencia y pluralidad de los medios de comunicación escrita.

La cadena Hersand

Los socialistas denunciaron la nueva ley como el precio que ha pagado el Gobierno al magnate de la prensa Robert Hersand a cambio del apoyo de Le Figaro y de su cadena de periódicos, la más importante de Francia, durante la pasada campaña. electoral. La nueva reglamentación permitirá efectivamente legalizar la compra de los dos últimos periódicos adquiridos por Hersand, los diarios regionales L'Union, de Reims, y Le Progrés, de Lyon, que estaban bloqueados en los tribunales por no ajustarse a la legislación en vigor.El texto presentado por el ministro de Cultura y Comunicaciones, el neoliberal François Leotard, no fijaba un límite a la concentración empresarial, pero en el último momento se introdujo una enmienda del diputado gaullista y ex periodista Michel Pericard, por la que se establece un techo del 30% del total de la difusión nacional. Este porcentaje no perjudica los intereses de Robert Hersand, que controla actualmente, incluidos. los dos periódicos mencionados, poco más del 28% de ioda la prensa escrita vendida en Francia.

La oposición considera que ese techo es excesivo, porque supone que la prensa escrita puede terminar concentrada en tres únicas manos y que ademásno está garantizado, puesto que ha desaparecido la comisión independiente encargada de vigilar la transparencia del sector.

El Gobierno, por su parte, estima que hay garantías suficientes para evitar operaciones de compra irregulares y que la mencionada comisión había demostrado su absoluta inoperancia. Los portavoces de la mayoría rechazaron la acusación de haber suprimido la mención a la existencia de "un equipo redaccional autónomo" como garantía de pluralismo, y aseguraron que la próxima ley sobre medios audivisuales fijará normas para impedir que quienes ostenten un monopolio regional de prensa puedan controlar también una cadena de television privada.

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