La Comisión propone modificar el régimen comercial entre Portugal y España

La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la CE, ha accedido a la petición portuguesa de modificar el régimen comercial pactado entre España y Portugal para el período transitorio de los dos países en su adaptación a las normas comunitarias. La Comisión es favorable a la tesis portuguesa, que puede tener consecuencias negativas para las empresas españolas. Sin embargo, el Consejo de Ministros de la Comunidad tendrá que aprobar definitivamente este cambio.El presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, envió ayer una carta al presidente del Gobierno, Felipe González, en la que pide que se tomen medidas para evitar que prospere esa propuesta de la Comisión. En opinión de la CEOE, si prospera esta propuesta "se desvirtuaría por completo el período transitorio pactado con la Comunidad y produciría un daño irreparable a nuestro tejido industrial".

España y Portugal habían pactado un régimen libre de aranceles, con la fijación de cuotas para ciertos productos, mientras que el desarme con respecto a los restantes países de la Comunidad Europea es progresivo en un plazo de siete años.

Invasión europea

Para evitar una invasión de productos de otros países europeos, vía Portugal, los dos países ibéricos acordaron que las ventas a España debían contar con un valor añadido portugués de entre el 50% y el 70% del valor total del producto, para quedar incluido en esa exención arancelaria. Ahora, la Comisión propone reducir esos porcentajes de la llamada regla de origen, que varían según los productos, hasta una banda comprendida entre el 20% y el 40%.

La decisión de la Comisión Europea responde a una solicitud de¡ nuevo Gobierno portugués de Cavaco Silva, que considera leoninas para Portugal las condiciones pactadas por el anterior Gabinete. Fuentes de la Administración española reconocen que ese porcentaje del 50%-70% supone en la práctica una gran dificultad para. que Portugal reexportara a nuestro país un producto transformado con origen en otro Estado europeo. La industria portuguesa carece de capacidad para una transformación cualitativamente tan importante de productos de otros países de la Comunidad Europea.

Sin embargo, el nuevo porcentaje puede ser "un coladero" de productos industriales comunitarios, que reexportados desde Portugal, podrían evitarse los gravámenes arancelarios que mantiene España. En realidad, el valor añadido del 30% como media equivale al componente de comercialización, con lo que Portugal puede convertirse en una delegación comercial de 9tros países europeos orientada a España. El Gobierno español está abierto a renegociar los porcentajes de la regla de origen, pero no está dispuesto a aceptar una reducción tan drástica como la propuesta por Portugal y que cuenta con el aval de la Comisión Europea.