_
_
_
_
_
TRIBUNALES

El guardia civil que mató al joven que buscaba caracoles, condenado a cinco años de cárcel

La Audiencia Provincial de Guadalajara ha condenado al cabo primero de la Guardia Civil Jesús Gómez Moreno, por un delito de homicidio con la concurrencia de la circunstancia atenuante, muy calificada, de preterintencionalidad, a la pena de cinco años de prisión menor, con la accesoria de suspensión de todo cargo público. Gómez fue el autor de los disparos que produjeron la muerte del joven de 21 años Juan Carlos Benito Grediaga, vecino de Sacedón (Guadalajara), cuando buscaba caracoles en un paraje del término municinal de Auñón junto con dos amigos.

La vista oral por este suceso, ocurrido en la madrugada del 30 de abril de 1985, fue seguida desde el miércoles al viernes pasado. En ella el ministerio fiscal solicitó una pena de 15 años de prisión, tipificando los hechos corno homicidio, al igual que la acusación particular, dirigida por el letrado Darío Fernández. Este último elevó la petición de indemnización del fiscal de ocho a 11 millones de pesetas. La sala ha fijado la primera cantidad y ha declarado al Estado responsable civil subsidiario. La defensa solicitó la libre absolución, por entender que los hechos tuvieron carácter fortuito.En el relato de hechos probados, la sala establece que el coche oficial de la Guardia Civil se paró al apercibirse de unas luces que se encendían intermitentemente, y bajó del vehículo el cabo primero Jesús Gómez. "A continuación, dio voces de alto, Guardia Civil, que fueron repetidas y no contestadas", añade el relato de la sala, "momento en que el inculpado procedió a montar el arma que llevaba, y con ánimo de amedrentar a la persona o personas que pudieran haber en aquel lugar, de las que le separaba una distancia de 115 metros, se presentara en el lugar que se hallaba, junto a la cuneta de la carretera, para identificarlos, sin intención de causarles quebranto corporal alguno, efectuó un disparo en ráfaga de siete proyectiles, pero no en la zona donde había observado las luces, sino a unos 20 metros a la izquierda de aquel terreno; pero por la desviación de la boca de fuego, alcanzó a uno de ellos, a Juan Carlos Benito", concluye el relato de los hechos.

Previsible y evitable

La sala descarta el dolo directo así como el eventual, este último alegado por el ministerio fiscal y entiende que estamos ante un delito preterintencional en que se origina un resultado más grave que el querido o deseado por el sujeto de la infracción, y únicamente es previsible y evitable.La sentencia da por probado que el procesado se tomó tres copas y dos cafés nada más comenzar el servició, "sin que se haya acreditado que esa ingestión de bebidas alcohólicas produjera trastorno alguno en el control de las facultades volitivas del cabo".

Durante la celebración del juicio, el argumento central del procesado fue que los disparos se habían producido a consecuencia de un tropezón, versión que descartaron el fiscal y acusación particular. La sala no mencion a al tropezón en su relato de hechos probados, aunque sí que el cabo primero diera la voz de alto, extremo que fue descartado por el ministerio fiscal y acusación particular.

Jesús Gómez presta actualmente servicio en la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_