La 'filosofía universal' y el nacionalismo
La crítica de Libros y el Quadern. de Cultura segregan últimamente abundantes sermones sobre la necesidad de una filosofía universal, debajo de los cuales asoma la eterna ideología al servicio de los imperios nacionales: británico, francés, español, alemán.Sirve de referencia concreta al comentario sobre sendas obras de filosofía que firmó Francesc Arroyo, en el cual arremetía contra la utilización de la filosofía para fines nacionalistas, subrayando contradicciones entre los intereses universales propios de la filosofía y los intereses nacionales concretos.
No habría nada que alegar a eso si no fuera que en este marco ideológico se intenta recortar las alas del pensamiento de las naciones no desarrolladas, por carecer muchas de ellas del aparato de poder del Estado, y eludir la cuestión fundamental: aplicar esta denuncia al pensamiento filosófico de los estados imperiales.
O planteado de otra manera: ¿hasta qué punto el pensamiento filosófico conlleva ingredientes nacionales encarnados en un idioma compañero de un imperio? A partir de aquí se desvanece el mito de la filosofía universal, porque los peores condicionamientos históricos son los que imponen las formas de dominio y opresión que unos hombres organizados en Estados imperiales ejercen sobre otras colectividades. El resto son discusiones bizantinas.-
Vic, Barcelona.
