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MÉXICO 86

Miguel Muñoz se llevó a lo jugadores de la selección a Querétaro, en contra del criterio de los directivos

La selección española tuvo un complicado desplazamiento desde Monterrey hasta Querétaro, en donde el próximo día 18 jugará su partido de octavos de final del Mundial. La selección tardó casi 10 horas en trasladarse de una localidad a otra, ya que el avión hasta Ciudad de México tuvo un retraso de tres horas y, a continuación, Miguel Muñoz prefirió seguir a Querétaro en autocar en vez de dormir en un hotel próximo al aeropuerto de la capital. El criterio de Muñoz se impuso al de los federativos, que habían reservado cena y habitaciones en dicho hotel.

La selección española se trasladó a primeras horas de la tarde del jueves, inmediatamente después de comer, al aeropuerto de Monterrey, donde debía coger a las 18.30 un vuelo que, procedente de Matamoros, le dejaría en Ciudad de México en poco más de una hora. El vuelo se fue retrasando sin causa justificada y los jugadores pasaron más de tres horas tirados por el aeropuerto, conversando, jugando a las cartas e incluso durmiendo la siesta. La situación provocó que algunos directivos de la Federación Española de Fútbol se plantearan la necesidad de dormir en un hotel de Ciudad de México para continuar el viaje a Querétaro a primeras horas de la mañana de ayer, tras haber descansado la noche del día del partido contra Argelia.Muñoz, sin embargo, insistía una y otra vez en que lo mejor era viajar directamente a Querétaro: "Quiero presenciar en directo el partido entre las selecciones de la República Federal de Alemania y Dinamarca". El seleccionador consideraba que, una vez estropeado el plan inicial, lo mejor era sufrir cuanto fuera necesario pero llegar a aquella ciudad de una vez por todas.

Mientras, varios periodistas esperaban la llegada de la selección española en el hotel Holiday Inn, cercano al aeropuerto de Ciudad de México, e incluso la dirección del albergue había ordenado cambiar el letrero luminoso que des pedía a la selección de Corea del Sur por un flamante "Bienvenida, selección de España". Lo cierto es que a primeras horas de la noche un directivo de la Federación Española de Fútbol llamó por teléfono al hotel indicando que debían preparar cena para 60 personas y reservar habitaciones por una noche.

En el hotel prepararon la cena y escogieron las habitaciones, pero la sorpresa fue mayúscula cuando tan sólo se presentaron las esposas de algunos jugadores y los dos equipos de TVE y cinco periodistas españoles. Muñoz había ganado su pequeña batalla y en aquellos momentos se trasladaba en autocar, juntó con los jugadores, a Querétaro, distante algo más de 200 kilómetros de Ciudad de México.

Crítica a los árbitros

El seleccionador, que se siente altamente satisfecho del papel realizado por su equipo en los tres partidos de la primera fase, lanzó un duro ataque contra los árbitros que le tocaron en suerte y las normas de la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA). "Los árbitros que nos designaron", comentó Muñoz, "no tuvieron la categoría suficiente para dirigir encuentros de la Copa del Mundo. Arbitrajes como los que hemos visto perjudican al espectáculo y, si la FIFA dispuso severas medidas para los jugadores que no tuvieran espíritu deportivo, se olvidé de establecer, reglas similares para los árbitros que ha designado para dirigir encuentros del Mundial".

Miguel Muñoz estaba muy enfadado y siguió explicando: "Hemos tenido un árbitro, australiano, un austriaco y un japonés, y todos en diferentes estadios, mientras Brasil, por citar un ejemplo, ha jugado todos sus partidos en el mismo estadio Jalisco, de Guadalajara". Muñoz quiso redondear su ataque apuntando: "El primero no nos concedió un gol legítimo y el del jueves permitió que nos patearan. Mi equipo parece un hospital".

Muñoz terminó diciendo: "Normalmente, considero que España finalizó en el primer lugar del grupo, pues contra Brasil todos saben que nos levantaron la camisa". En torno a su posible rival en octavos de final, el seleccionador español manifestó que le era indiferente: "Lo único que pido a Dios es que la FIFA acierte esta vez con el árbitro que nos designe".

Drid, hospitalizado

Ciertamente, hombres como Goikoetxea, Butragueño, Víctor y Michel acabaron lesionados en el encuentro frente a Argelia, aunque todos ellos estarán listos para jugar el partido de octavos de final. La verdad es que quien se llevó la peor parte de este juego sucio y bronco fue el portero titular de Argelia, Naceredine Drid, que tendrá que permanecer al menos cinco días en el hospital, pues sufre serias contusiones en los hombros, axilas y hemitórax. Drid fue retirado conmocionado del terreno de juego después de recibir una fuerte entrada, en un salto, del defensa central español, Andoni Goikoetxea.

Los médicos no quisieron pronunciarse ayer en torno a la recuperación del jugador y manifestaron que hasta dentro de un par de días no se sabrá a ciencia cierta cuándo podrá salir del hospital,

Drid, cuyo primer diagnóstico señalaba fractura de costillas, tiene, según el parte médico, después de habérsele sometido a un examen radiológico, "severa contusión de hombros, axila y hemitórax izquierdo, así cómo una lesión neurológica, producto de las contusiones".

Raaba Saadane, seleccionador de Argelia, apuntó: "Ciertamente, ha sido un partido muy violento, pero España también pegó muy duro. Lamento el resultado porque nos ha supuesto la eliminación del Mundial, pero también siento mucho la lesión de mi portero Drid, que debió ser sustituido a los 20 minutos de juego". Saadane indicó: "Mi equipo no jugó tan mal como lo hicimos en España 82. Ése ha sido el principal motivo de satisfacción. Por segunda vez consecutiva, hemos llegado a la fase final de un Campeonato Mundial de fútbol, no hemos hecho el ridículo y ahora trataremos de volver a estar en una fase final dentro de cuatro años, en Italia, adonde iremos conjugadores más expertos".

El seleccionador argelino también indicó: "Mis jugadores yo tenemos la conciencia tranquila. Hicimos lo que pudimos. Nos falta mucho por aprender. Por ejemplo, saber jugar contra defensas tan bien organizadas como la española o como la de Irlanda del Norte".

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