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MÉXICO 86

España sólo necesita hoy el empate para clasificarse

España se juega ante Argelia su clasificación para los octavos de final del campeonato. Un empate es suficiente para la selección, que con él tendría asegurado el segundo puesto de su grupo, o el tercero, en el caso improbable de que Irlanda del Norte ganara por buen margen a Brasil. Ese tercer puesto le daría la clasificación, porque hay dos terceros con dos puntos en grupos terminados. Preocupa el calor, imprevisible. El médico de la selección, Jorge Guillén, no viajó a Monterrey con el equipo por causas no explicadas, y eso ha provocado otra marejadilla. Muñoz espera hasta última hora para conocer el grado de recuperación de Gordillo y Calderé y facilitar la alineación.

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Una mezcla explosiva

La suerte ha deparado a España y a Argelia este largo viaje al otro extremo del país para jugar su último encuentro. La razón es que en la última jornada los encuentros finales de cada grupo se deben jugar simultánearnente, para evitar que algún equipo tenga la ventaja de conocer el resultado del rival. Y para no hacer dos partidos en una misma ciudad y a una misma hora se han cruzado los ericuentros de los grupos de Guadalajara y Monterrey. Así, en Monterrey se juega por la mañana (las ocho de la tarde, hora peninsular española) el España-Argelia, al, tiempo que en Guadalajara se enfrentan las selecciones de Brasil e Irlanda del Norte.Por su parte, el grupo de Monterrey simultaneó sus partidos ayer, uno en Monterrey (Inglaterra-Polonia) y otro en Guadalajara (Portugal-Marruecos).

El calor y la humedad

La pega en Monterrey es el calor, variable según el estado de la atmósfera y, en especial, de su grado de hurnedad, muy variable en es tas fechas. Algún día se alcanzan los 40 grados y en otros apenas se pasa de los 30. Pero la humedad relativa alcanza con facilidad el 65%, y eso es otro problema. A España le basta el empate, pero cuando al seleccionador Miguel Muñoz se le preguntó en la conferencia. de prensa de ayer si iba a jugar al empate contestó que no sabía cómo se hacía eso.

El equipo no deja de tener problemas. Aunque en el último entrenamiento participaron Gordillo y Calderé, no es segura la inclusión de ninguno de los dos, e incluso muy improbable la del primero, muy resentido aún del golpe que recibió ante los irlandeses. Víctor y Julio Alberto pueden ser los sustitutos, aunque no se descarta que Miguel Muñoz piense a última hora también en Señor como solución para el equipo que enfrente a Argelia.

El equipo español ha sido bien recibido en Monterrey. Uno de los diarios locales insertaba incluso en su primera página una foto a todo color de Manolo el del bombo, el popular animador del equipo nacional. España es esperada como la selección que devuelva un nivel mundial a Monterrey, hundida por el papelón hecho por los ingleses en los primeros partidos. Polonia, Marruecos y Portugal tampoco han deleitado.

La selección española, las manifestaciones por el cierre de la central siderúrgica de la ciudad, que ha dejado en la calle a 4.200 trabajadores, y el anuncio del Ku Klux Klan de que patrullará la frontera -relativamente próxima a esta ciudad- para matar a todos los mexicanos que intenten traspasarla para entrar en el amplio y confuso mercado de trabajadores ilegales en Estados Unidos son las noticias prioritarias de estos días en Monterrey. Se cuenta con que el público local que asista hoy al estadio Tecnológico de Monterrey apoye a la selección española. El gol no concedido a Michel ante Brasil ha creado un sentirniento de apoyo a España en todo México que intenta combatir así la injusticia de la inhibición del árbitro australiano.

Arbitrará el partido un japonés, cosa que no hace gracia a los jugadores españoles, a quienes la experiencia de un arbitraje exótico, el australiano de triste recuerdo del partido contra Brasil, les parece que colma la cuota de ese exotismo que deben pagar. Takada se llama el árbitro. Los españoles habrían preferido un árbitro de algún país de fuerte tradición futbolística.

La ausencia del médico

Partido aparte, el ambiente se ha revuelto de nuevo en la selección por la ausencia, inesperada y hasta el momento mal explicada, del doctor Guillén, médico de la selección, en el viaje entre Guadalajara y Monterrey. Toda la explicación que se dio era que estaba resolviendo asuntos particulares y que se encontraba en el país. La explicación no deja de ser chusca. Los informadores se preguntan si Zubizarreta, pongamos por caso, podría haberse ausentado 30 horas del grupo para resolver asuntos particulares.

La selección viajó desde Gruadalajara a Monterrey, e incluso realizó un entrenamiento en esta ciudad sin su médico, a pesar de tener varios jugadores tocados y algunos semiconvalecientes de enfermedades anteriores. Como todo ello viene después del fiasco en torno a Maceda, que ha dejado a España con 21 jugadores, y de varias enfermedades, es normal que se relacione su ausencia con algún malestar creado en torno a él. En cualquier caso, las explicaciones oficiales no ayudan a despejar las suspicacias.

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