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Los alquileres de viviendas se encarecerán en la URSS

Pilar Bonet

Los alquileres de las viviendas, que han permanecido estables en la URSS durante décadas, aumentarán en el futuro, según se deduce de una disposición destinada a solucionar el problema de la falta de alojamiento en la Unión Soviética. La disposición, elaborada por el Comité Central del Partido Comunista de la URSS, contempla la introducción de "cambios en el sistema de pago por el alojamiento para ligarlo estrechamente con el tamaño y la calidad de toda la superficie ocupada".

Actualmente, los ciudadanos soviéticos pagan 13 copeks (céntimos de rublo) por cada metro cuadrado de superficie útil, donde pasillos y zonas accesorias y de servicios no cuentan a la hora de determinar el alquiler total. Cada familia soviética tendrá una vivienda separada o una casa individual para el año 2000, según el objetivo contemplado en el documento, que sale al paso a una escasez de apartamentos y alojamientos en condiciones para toda la población. En la actualidad hay familias que viven en residencias o en viviendas comunitarias, donde comparten los servicios con personas extrañas alojadas en otras habitaciones del mismo apartamento. A cada ciudadano soviético le corresponden, según las normas oficiales, nueve metros cuadrados de superficie útil. Sin embargo, para ponerse en la cola de los aspirantes a este tamaño de superficie vital hay que disponer de seis metros cuadrados o menos. Quienes tienen una superficie residencial comprendida entre los seis y los nueve metros no tienen derecho a reclamar la norma oficial.

Mayor infraestructura

La disposición del comité central critica a los ministerios, instituciones y organizaciones del partido que no prestan debida atención al desarrollo de la infraestructura social y permiten un sistemático incumplimiento de los planes de construcción de viviendas. En Moscú, las estadísticas falsificadas de la construcción de viviendas fueron uno de los escándalos que afectaron a la Administración dirigida por Victor Grishin.La falta de viviendas para los trabajadores es uno de los problemas que afectan a la construcción del ferrocarril Baikal-Amur (BAM), el segundo transiberiano, al que resulta difícil atraer mano de obra debido a los fallos en la infraestructura social, según se pone de manifiesto en el congreso del partido.

La disposición publicada contempla la realización de un inventario general de la superficie habitable disponible y la búsqueda de "recursos suplementarios" para la construcción, así como una mayor participación de las empresas en el alojamiento de los ciudadanos.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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